El texto del 13 de septiembre omite completamente las posiciones que los países en desarrollo vienen planteando desde hace ya mucho tiempo. También significa un retroceso con respecto a las promesas sobre desarrollo realizadas en Doha.

Un texto digitado por EE.UU., la UE y la secretaría de la OMC

El texto no refleja las preocupaciones de los países en desarrollo en ninguna de las áreas. Tampoco refleja las posiciones que expresaron los países en desarrollo en los últimos dos días de consultas. El 12 de septiembre, 90 países expresaron una posición común de no negociar los temas de Singapur. También el 12 de septiembre, el Ministro canadiense Pettigrew dijo que las conversaciones estaban polarizadas. No obstante, ¡el texto acuerda negociar los cuatro temas!

Esto cuestiona toda la legitimidad del proceso, dado que la OMC es una institución que se basa en el mecanismo del consenso, supuestamente dirigida por todos sus miembros. El texto muestra claramente que la institución está dirigida por EE.UU., la UE y la Secretaría de la OMC.


Los gobiernos además están comenzando a realizar negociaciones de ‘sala verde’, a puertas cerradas, en las que participan unos 30 países, excluyendo a la mayoría de los miembros. Este proceso también debe ser rechazado por los países en desarrollo.


Agricultura: se legitima escalada del dumping

Tanto en el área de los subsidios a la exportación como de los apoyos nacionales, el texto no le exige a los países desarrollados la realización de ninguna reforma seria. Los subsidios y el dumping tienen incluso vía libre para aumentar, aún cuando al mismo tiempo se le pide a los países en desarrollo que reduzcan sus aranceles en forma drástica.


Párrafo 1.5. No se aborda con seriedad el tema del Compartimiento Verde. El compartimiento verde constituye un vacío legal de gran envergadura que permite que el dumping continúe. Se define ahora al Compartimiento Verde como “no distorsionante del comercio”. Actualmente está permitido otorgar subsidios dentro de esta categoría sin ningún tipo de restricciones respecto al monto. Por supuesto, solamente los países desarrollados tienen el dinero suficiente para brindar tales subsidios. Y puesto que se trata de sumas que ascienden a las decenas de miles de millones de dólares, no cabe duda que resultan distorsionantes para el comercio. Tanto EE.UU. como la Unión Europea juegan su juego: reducen los subsidios en las categoría conocida como la Medida Global de la Ayuda (MGA), el Compartimiento Ámbar y el Compartimiento Azul y los derivan al Compartimiento Verde con el consentimiento de la OMC. La frase del texto que dice que “se revisarán los criterios del Compartimiento Verde en vistas a asegurar que las medidas del mismo no tengan –o tengan el mínimo- efecto distorsionante sobre el comercio…” no le exige ninguna reforma a EE.UU. ni a la Unión Europea.


Párrafo 3. Los párrafos referidos a subsidios y créditos a la exportación niegan las promesas hechas en Doha, que establecen la eliminación progresiva de esos subsidios hasta llegar a su eliminación total. Por el contrario, el párrafo 3.1 prevé efectivamente la continuidad de los subsidios a la exportación.

Párrafos 2.1, 2.2, 2.7, 2.8. A diferencia, por ejemplo, de lo que pasa con el Compartimiento Verde donde no se proporcionan detalles, permitiéndose de esta forma a los países desarrollados continuar con sus prácticas actuales, los compromisos de acceso al mercado estipulan con todo detalle las exigencias a los países en desarrollo para que reduzcan sus aranceles. Se sugiere una mezcla de fórmulas que incluyen la de la Ronda Uruguay y también la fórmula suiza. La mayor parte de los países en desarrollo rechazaron la fórmula suiza. Esta fórmula implica arrasar con los pequeños agricultores del Sur. Se otorga trato especial a los países desarrollados permitiéndosele mantener sus aranceles altos en el párrafo 2.2. Sin embargo, la posibilidad de que los países en desarrollo puedan aprovecharlo “queda pendiente de negociación” (2.8).

La cláusula sobre “productos estratégicos” (PE) es completamente inadecuada. Los países en desarrollo habían solicitado que no hubiera reducciones arancelarias sobre los PEs. El texto exige reducciones mínimas. Se exceptúan las reducciones arancelarias para los productos que tienen aranceles consolidados bajos. Esto puede resultar una ayuda para algunos países, pero para la mayoría, no tiene ninguna significación, ya que sus productos sensibles tienen aranceles más altos.

Párrafo 2.9. Si bien se propone el mecanismo de salvaguarda, el mismo está fuertemente condicionado y solamente se admite para algunos productos. Este mecanismo debe estar disponible para que todos los productos puedan hacer frente a las olas de importaciones y las caídas de precios.


6. La Cláusula de Paz otorga inmunidad a los subsidios de los países desarrollados. Debe expirar el 31 de diciembre de 2003 según lo establecido en el acuerdo actual, en lugar que ser renovada como se sugiere.


Acceso a los mercados no agrícolas
– A pesar de la gran oposición que originara el Anexo B sobre el acceso a los mercados de los productos no agrícolas en el proyecto de declaración original, el Anexo B del último proyecto de declaración presentado es virtualmente idéntico al anterior. No se registran cambios sustanciales de ningún tipo que permitan incorporar las inquietudes de muchos países en desarrollo. Lo reiteramos: el Anexo B emplea la fórmula no lineal de reducción arancelaria que implica que las industrias que disfrutan de aranceles altos experimentarán recortes más profundos y sustantivos que otras, lo que llevará finalmente a que todos los aranceles converjan en cero. Por otra parte, el Anexo también vincula el resto de las líneas de aranceles no consolidados al doble del arancel aplicado a la nación más favorecida, y luego aplica la fórmula no lineal antes mencionada para lograr finalmente una reducción de la tasa arancelaria. Esta combinación letal priva a los países en desarrollo del espacio político y la flexibilidad críticamente necesarios para promover y permitir el crecimiento de determinados sectores industriales. Las estrategias de fomento industrial selectivo y dirigido han demostrado ser históricamente de importancia crucial para el desarrollo industrial de un país, y los aranceles y aranceles inter-industriales diferenciados son a su vez un elemento importante de esas estrategias. Al imponerle estas rebajas radicales de aranceles a las industrias de los países en desarrollo, el Anexo B representa esencialmente la desaparición de cualquier perspectiva de supervivencia para las industrias nacionales, y un panorama aún peor para cualesquier planes de desarrollo industrial en muchos países en desarrollo.


– Al mismo tiempo, el Anexo B sobre el Acceso a los Mercados de los productos no agrícolas, mantiene su referencia débil y vaga a las barreras no arancelarias (BNA). En los últimos años se ha vuelto obvio que los países desarrollados han utilizado las BNAs para proteger y promover las industrias de su elección. El Anexo B no establece ningún compromiso firme de eliminación de estas barreras. En realidad, solamente promete “seguir adelante con … finalmente negociaciones sobre las BNAs”. Por tanto, el Anexo B, con su combinación de fórmula no lineal y la ausencia de una declaración firme respecto de la BNAs, es desigual y sesgado, y fundamentalmente perjudicial para los intereses de los países en desarrollo.


AGCS/GATS: negociaciones demasiado rápidas y sin exclusiones para los servicios públicos

El proyecto de declaración prevé mecanismos para intensificar las negociaciones, no en función de atender las necesidades de los países sino para liberalizar los servicios a través del acceso a los mercados y los cambios en las normativas. Contiene una “fecha horizontal” para fijar una fecha para que quienes presentaron ofertas puedan mejorarlas y exhorta a aquellos que aún no lo han hecho a que lo hagan a la brevedad. Esto no toma en cuenta la falta de capacidad de los países en desarrollo para hacer ofertas de acuerdo a los intereses de su país o de su gente ni contempla la opción de no hacer ninguna oferta. Por el contrario, las negociaciones deben apuntar solamente a un mayor nivel de liberalización. Y lo que es peor, ningún sector ni modalidad debe ser excluido “a priori”: esto significa que la declaración explícitamente llama a no excluir servicios de agua u otros servicios básicos del ámbito del AGCS/GATS. La declaración exhorta a finalizar las negociaciones acerca de nuevas reglas sobre subsidios, salvaguardas de emergencia, reglamentación nacional y contratación pública en las fechas establecidas (a fines del 2004 excepto en el caso de las salvaguardas de emergencia cuya fecha es marzo de 2004), a pesar que las negociaciones son muy controvertidas, progresan con dificultad y tendrán consecuencias graves y de largo alcance para los países al restringir las atribuciones regulatorias nacionales e impedir el apoyo a sus propios servicios, aun cuando la declaración se refiere al derecho a volver a introducir nuevas regulaciones. El lenguaje de ‘mayor empeño’ que se usa para los temas de servicios y el modo 4 de interés de exportación para los países en desarrollo es muy débil y no incluye ningún compromiso firme, ignorando los problemas de los países en desarrollo respecto al aumento de las importaciones de servicios.

Los nuevos temas: incumplimiento del acuerdo de Doha
El proyecto de declaración llama a comenzar las negociaciones sobre facilitación del comercio y transparencia en la contratación pública, aun cuando no existe consenso explícito para hacerlo ni tampoco sobre las modalidades de las negociaciones. Por otra parte, mantiene las inversiones y la política de competencia en la agenda de la OMC (siguiendo los designios de la UE) al fijar una fecha (no especificada en el proyecto de declaración) para acordar las modalidades de negociación (es decir, iniciar las negociaciones) de un acuerdo de inversión, sin consenso explícito, y al continuar considerando las modalidades de negociación de un acuerdo sobre competencia. En la medida que el texto de Doha hacía referencia a la necesidad de un consenso explícito sobre las modalidades en los cuatro temas durante la quinta conferencia ministerial de Cancún, y dado que está claro que este consenso explícito no se alcanzó, los cuatro temas deben ser retirados del programa de la OMC en esta conferencia: No significa No. El vínculo que establece la declaración entre la fecha de acuerdo de las modalidades de negociación del tema inversión con las del tema agricultura y productos no agrícolas (NAMA, por su sigla en inglés) en la nota al pie 1, y asimismo la asociación del informe sobre el examen de las modalidades para las negociaciones sobre competencia, harán muy difícil para los países en desarrollo resistir el acuerdo en futuras nuevas negociaciones. Ni siquiera las limitaciones impuestas en las modalidades de transparencia en la contratación pública (Anexo D) podrán evitar que las negociaciones avancen más allá de lo acordado en Cancún, tal y como ya ocurrió en otros temas durante las negociaciones de la Ronda Uruguay.


Retroceso en las promesas sobre las cuestiones relativas a la aplicación

Las cuestiones relativas a la aplicación han sido una prioridad de los países en desarrollo. En Doha se les prometió que las decisiones se tomarían a fines de 2002. Los países en desarrollo ya han presentado unas 100 propuestas al respecto. No solamente no ha habido ninguna decisión, sino que el texto rebaja las promesas hechas de negociar las cuestiones relativas a la aplicación, y simplemente remite cualquier “acción que corresponda” a una fecha posterior. Esto es inaceptable.

Trato especial y diferenciado

Existe una larga lista de asuntos relativos al Trato Especial y Diferenciado propuestos por el Grupo Africano en Ginebra. Los más significativos para los países en desarrollo no se incluyen en el paquete propuesto. Lo que se ofrece además es inútil, ya que el lenguaje que se emplea es solamente de ‘mayores esfuerzos’ (que fue el problema original de las cláusulas sobre trato especial y diferenciado) que no implicarán acciones, sólo buenas intenciones.

Algodón: se refuerza el dumping

En lugar de eliminar el dumping en el sector del algodón, el texto permitirá legitimar el dumping que se realiza actualmente. No se propone ninguna acción vinculante para los países desarrollados. Por tanto se mantendrán las desigualdades estructurales. Las sugerencias de involucrar a las Instituciones de Bretton Woods para iniciar programas de diversificación es simplemente un “soborno” de dimensión internacional.


Un programa agresivo que vulnera a los países en desarrollo
– Este Proyecto de Declaración Ministerial destruye completamente las poquísimas dimensiones en pro del desarrollo incluidas en el Programa acordado en la Conferencia Ministerial de la OMC en Doha. Es imperativo reinstalar en el texto esas dimensiones en pro del desarrollo y elaborarlas aún más, manteniendo separadas las Declaraciones sobre “preocupaciones relativas a la aplicación” y sobre “Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC, mejor conocidos como TRIPS por su sigla en inglés) y Salud Pública”. Una forma de contemplar las preocupaciones en pro del desarrollo y elaborarlas aún más sería formular una declaración independiente sobre la Iniciativa del Algodón, que contenga compromisos efectivos e incondicionales para los países desarrollados respecto de la eliminación completa de todas las formas de subsidio a la producción de algodón.

– El requisito de “consenso explícito” ha sido fundamental para mantener la soberanía de los países en desarrollo y los países menos adelantados con respecto a la inauguración de negociaciones sobre las modalidades de los temas de Singapur (inversión, competencia, contratación pública y facilitación del comercio). El texto actual del Proyecto de Declaración Ministerial (fechado el 13 de septiembre de 2003) niega a los países su derecho soberano a decidir si desean negociar los temas de Singapur. Por lo tanto es clave que se reincorpore ese requisito y esa expresión en la redacción del texto del Proyecto de Declaración en la forma establecida por la Conferencia Ministerial de Doha.


– La OMC tiene la tradición de respetar el “consenso”. La forma en que se redactó el presente Proyecto de Declaración Ministerial sobre los temas de Singapur se ha apartado de esta tradición, y constituye una amenaza al respeto por el “consenso” en la OMC. En la medida en que no existe “consenso” para iniciar las negociaciones sobre ninguno de los temas de Singapur, se debe respetar esa realidad y establecer con claridad que las negociaciones en todas las dimensiones de los temas de Singapur no pueden comenzar. Si no se desea respetar el principio básico sobre el cual funciona la OMC, más valdría la pena disolverla.

– Los aranceles son el único instrumento a disposición de los países en desarrollo para nivelar el campo de juego en contra de la importación de productos enormemente subsidiados en origen, especialmente por los países desarrollados. La reducción de aranceles no debe formar parte de las negociaciones.


– Las medidas de ayuda interna y los subsidios a la exportación que distorsionan el comercio han estado en el centro de los sistemas agrícolas de los países desarrollados. Los principales beneficiarios de estas medidas han sido los grandes agricultores y las empresas de estos países que han podido exportar productos agrícolas altamente subsidiados, causando la destrucción de la agricultura de los países en desarrollo. Es necesario y deseable que los países desarrollados fijen topes y reduzcan drásticamente las ayudas internas otorgadas en los distintos compartimientos (verde, azul, ámbar – MGA). Los subsidios a la exportación deben ser eliminados.

– La cláusula de paz ha sido una amenaza para el crecimiento de la agricultura de los países en desarrollo. Tal y como fuera negociada durante las negociaciones comerciales de la Ronda Uruguay, exigimos que la Cláusula de Paz muera de muerte natural el 31 de diciembre de 2004.


– No se debe realizar ninguna oferta ni negociación sobre reglas del sector Servicios hasta que, y salvo que, se realice una evaluación adecuada de los impactos producidos por la liberalización de los servicios. Los servicios públicos deben ser retirados del AGCS/GATS.

– “Transparencia”, “Responsabilidad”, “Soberanía” y “Democracia” son características centrales de cualquier proceso racional de toma de decisiones. Los procesos de toma de decisiones como los de la “sala verde”, que se han vuelto típicos de las Conferencias Ministeriales de la OMC, contradicen estos cuatro principios de los procesos racionales de toma de decisiones. Por lo tanto, exigimos que el Presidente Derbez y el Director General Supachai Panitchpakdi establezcan procesos de toma de decisiones que respeten esas características en la actual y futuras conferencias ministeriales y procesos de la OMC. La falta de cumplimiento de estos principios debe ser interpretado como una premisa para la disolución de la OMC.