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por
Joseph Purugganan*


Hace
años que la Unión Europea intenta consolidar y afinar
estrategias que le permitan fortalecer su competitividad para abordar
los nuevos desafíos de un mercado mundial que cambia a gran
velocidad. El fomento al comercio y las inversiones es claramente una
prioridad para Europa. En 2000 se definió la Estrategia de
Lisboa, una iniciativa para transformar a la UE en "la economía
basada en el conocimiento más competitiva y dinámica
del mundo de aquí al 2010, capaz de crecer económicamente
de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor
cohesión social y respeto por el medioambiente".(1)

En
2005 se hizo un relanzamiento de la estrategia de Lisboa, que propuso
además ocho áreas prioritarias clave: Apoyo al
conocimiento y la innovación; reforma de la política de
ayudas del Estado; simplificación del marco regulatorio;
completar el mercado interno para los servicios; acuerdo global sobre
las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC; eliminación
de los obstáculos a la movilidad física, laboral y
académica; desarrollo de un enfoque común para los
temas de la integración económica; y apoyo a los
esfuerzos para abordar los efectos sociales de la reestructura
económica.


La
estrategia de Lisboa se basa en el fortalecimiento de la integración
económica en Europa como paso necesario para promover su
competitividad y su ventaja comparativa en el mercado mundial. En
otras palabras, muchas de las reformas económicas y de las
reestructuras tendrán consecuencias, no solamente para los
socios comerciales de la UE sino que afectarán también
las economías de los propios Estados miembros.

En
un discurso pronunciado en octubre de 2006 ante la Comisión
Europea, el Comisionado de Comercio de la UE, Peter Mandelson,
describió en general los elementos clave de una nueva
comunicación de la Comisión Europea titulada "Una
Europa Global: Competir en el mundo", que define la interrelación
entre el comercio interno y exterior de la UE y las políticas
de desarrollo.


Mandelson
resume la nueva estrategia como el "rechazo del proteccionismo en
casa, combinado con un "activismo en la apertura de mercados en el
exterior".(2) La nueva estrategia pone de manifiesto la convicción
de que si se adopta una política de apertura interna, se
"crean condiciones para que puedan crecer compañías
europeas fuertes", y que impulsar la apertura y la liberalización
del comercio y las inversiones en el resto del mundo es crucial para
asegurar los intereses de desarrollo de la UE.


La
estrategia implica el desmantelamiento de las barreras comerciales,
particularmente los obstáculos no arancelarios, la promoción
de regímenes de comercio abiertos dentro y fuera de la UE, el
desarrollo del mercado interno y la continuidad del proceso de
integración de la UE, el establecimiento de reglas y normas a
nivel mundial, la protección de los derechos de propiedad
intelectual (DPI), la conclusión de la Ronda de Doha, y el
establecimiento de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales y
regionales, en particular con la región asiática, donde
la presencia de la UE no es tan fuerte en comparación con
Estados Unidos, Japón y China.


Muchos
analistas europeos consideran que esta nueva estrategia representa un
cambio importante para la UE. Por un lado, si bien todavía se
manifiesta de palabra una preferencia por el multilateralismo en el
comercio, hoy hay una ofensiva fuerte en pos de concretar tratados de
libre comercio bilaterales y regionales, al igual que acuerdos de
asociación económica, con África, América
Latina y Asia. Como la UE se proyecta como el campeón del
sistema de comercio multilateral, la OMC y las negociaciones de la
actual Ronda de Doha mantienen la "prioridad", al menos en el
discurso oficial. Tal y como subrayó Mandelson, "Europa no
dará un paso atrás en el multilateralismo".(3) Sin
embargo, la UE "detenta el record mundial de TLC bilaterales que
cubren toda Europa, Oriente Medio, África, el Pacífico
y América Latina".(4) Mandelson justifica la búsqueda
de acuerdos bilaterales como parte de una estrategia global para
eliminar las barreras comerciales, en particular "las que están
fuera del alcance de las reglas de la OMC". Destaca que "Doha
primero, nunca ha significado solamente Doha".(5)


La
UE les está imponiendo su agenda de competitividad a los
países en desarrollo del sudeste asiático de muchas
maneras y mediante diversos instrumentos políticos
complementarios.

Documentos
de estrategia país (DEP) y programas indicativos nacionales y
regionales (PIN y PIR)

La
UE elabora un DEP donde define cuáles son sus prioridades en
materia de asistencia para el desarrollo, luego los países
receptores lo adoptan dando forma a un Programa Indicativo Nacional,
o en el caso de ASEAN, a un programa indicativo regional, que
establece los lineamientos generales para la realización de
proyectos y expresa su compromiso con el programa.


El
Programa Indicativo Regional de ASEAN comienza con un análisis
donde se expresa que la UE y ASEAN comparten muchas características
e intereses comunes: la búsqueda de la cooperación e
integración regional entre Estados miembros muy diversos; el
respeto por la identidad cultural, religiosa y lingüística;
y el compromiso con un mundo multipolar basado en instituciones
multilaterales fuertes. Estos intereses y características
comunes conforman la base de la "nueva asociación" entre
las dos regiones.

Sin
embargo, la médula del asunto se encuentra prolijamente
escondida unos pocos párrafos más abajo: los fuertes
lazos comerciales entre las dos regiones.

ASEAN
es el sexto socio comercial de la UE en el mundo, siendo proveedor
de productos que incluyen desde aceite de palma a maquinaria. La UE
(25 países) da cuenta del 14,4 % del total de las
exportaciones de ASEAN y del 11,4 % del total de importaciones que
ingresan a esa región. También está aumentando
el comercio en servicios.


A
lo largo de los años, las prioridades de asistencia a ASEAN
han sido definidas así: facilitación del comercio,
incluyendo asesoramiento en normas, calidad y conformidad; Derechos
de Propiedad Intelectual; energía; medioambiente; desarrollo
de capacidad para la Secretaría de ASEAN (promoción de
la integración regional en el sudeste asiático);
armonización de estadísticas sobre salud, educación,
comercio e inversiones (cooperación estadística); y la
lucha contra el terrorismo (manejo de fronteras).


En
el bienio 2005-2006, el programa indicativo regional de la UE para
ASEAN fue de entre 15 y 20 millones de euros.

Documento
de estrategia País – Filipinas

Para
Filipinas, las prioridades de la Estrategia País de la UE
incluyeron: reforma del sector de la salud, apoyo a los procesos de
paz en Mindanao, y asistencia relativa al comercio.


Sobre
salud, la principal preocupación que plantean diversos grupos
filipinos de la sociedad civil es la ofensiva por una reforma del
sector de la salud en el contexto de la mercantilización de
los servicios de atención de salud, y la presión para
que las instituciones de salud pública adopten principios de
"recuperación de costos" y "generación de
ganancias".


En
lo que hace a la asistencia relativa al comercio, si bien el objetivo
declarado es el desarrollo de capacidades en las agencias
gubernamentales, los grupos de la sociedad civil denuncian que la
motivación principal de la asistencia de la UE relativa al
comercio es fortalecer el comercio y los flujos de inversiones, en
particular entre la UE y Filipinas. Todos los demás aspectos
de la asistencia, plantean, son complementos de este objetivo
subyacente. Por lo tanto, si bien se llama a "prestar debida
atención a las dimensiones sociales de la globalización",
el DEP/PIN no formula ningún apoyo o siquiera la voluntad
explícita de promover políticas o programas para
abordarlas.


El
PIN reconoce, por ejemplo, la posibilidad de que la liberalización
tenga efectos negativos en el corto plazo, y la necesidad de
establecer "políticas complementarias debidamente
secuenciadas". Sin embargo no dice nada que permita identificar (i)
¿cuáles son esos efectos potencialmente negativos (por
ejemplo, la pérdida de ingresos resultante de la reducción
de los aranceles y las consecuencias sobre el gasto público,
los efectos negativos sobre los ingresos de los agricultores como
consecuencia del ingreso de productos agrícolas más
baratos, o la posible pérdida de puestos de trabajo en el
sector industrial como consecuencia del NAMA) y (ii) qué tipo
de medidas de mitigación son necesarias para revertir esos
efectos?


Si
se lo compara con la asistencia técnica relacionada con el
comercio (TRTA por sus siglas en ingles) que se aplicaba antes, que
era más explícita en cuanto a proporcionar apoyo a la
promoción de empresas y el desarrollo de capacidades para
ayudar a implementar las reglas de la OMC actuales y participar de
manera significativa en la Ronda de Doha, el objetivo de esta nueva
asistencia técnica relacionada con el comercio es la
facilitación del comercio mediante una estrategia dual: el
desarrollo de capacidades de los principales actores públicos
y privados, y el levantamiento de los obstáculos técnicos
al comercio, para que la UE pueda aprovechar mejor los derechos
filipinos y las oportunidades existentes en el marco del sistema de
comercio multilateral.


En
el curso de las negociaciones de la Ronda de Doha, Filipinas ha
dedicado mucho esfuerzo a articular estos derechos, adoptando una
posición que comparten muchos países en desarrollo -la
defensa del espacio político para el desarrollo o el derecho
de los países a usar la política de comercio para
trazar sus propias metas de desarrollo-y exigiendo una mayor
flexibilidad para los países en desarrollo en las
negociaciones. El PIN, sin embargo, parece ver con recelo esta
posición. El componente de desarrollo de capacidades también
debe fortalecer la capacidad del gobierno para facilitar un proceso
de revisión de su política de comercio.


Si
bien el DEP-PIN apunta a desarrollar las capacidades de los actores
en las negociaciones comerciales, ignora absolutamente el reclamo de
los afectados -tales como los pequeños agricultores rurales
y los pescadores artesanales, las mujeres, los trabajadores y las
comunidades indígenas-por acceso a la información y
por mayor participación en la formulación de las
políticas comerciales.


Los
representantes de la delegación de la Unión Europea
ante Filipinas argumentan que nuestras críticas a la
asistencia relacionada con el comercio se originan en que no hemos
entendido la naturaleza de la asistencia de la UE. Según los
burócratas de la CE, la UE está allí para ayudar
a Filipinas a mejorar sus normas y así facilitar las
exportaciones nacionales a la UE. También señalan que
nuestra posición respecto de la Ronda de Doha es obviamente
contraria a la posición de la UE.

Acuerdos
de asociación y acuerdos de cooperación

Hay
una multitud de acuerdos de cooperación entre la UE y ASEAN
sobre facilitación y promoción del comercio y las
inversiones, asesoramiento en materia de normas y conformidad,
desarrollo de un sector de servicios eficiente, cooperación
institucional sobre mecanismos y políticas para la integración
regional, y cooperación sectorial en agricultura (sector
alimentos y bebidas, exportaciones y fabricación de
maquinaria), pesca (desarrollo de capacidades para el manejo de
recursos costeros), minería y energía (petróleo
y gas natural, generación y suministro de energía), y
manufacturas (automotores, medicamentos y productos farmacéuticos,
productos petroquímicos y alimentos procesados).


La
agenda de prioridades de las empresas de la UE resulta evidente en
estos acuerdos de cooperación, que ponen el énfasis en
crear un clima de negocios más favorable, que beneficie a las
empresas europeas en áreas tales como la industria de
alimentos procesados y el sector químico y farmacéutico,
sectores en los cuales las compañías de la UE son las
que dominan el mercado internacional.


Tratado
de libre comercio UE-ASEAN

"Creo
que Europa por su parte no se ha adaptado con la rapidez suficiente a
estos cambios de Asia y a los desafíos que representan. En
muchos aspectos, Europa todavía tiene una política del
siglo XX para un Asia del siglo XXI. Cuando Europa se involucra
efectivamente con Asia, demasiado a menudo lo hace poniendo el
énfasis sólo en China, pasando por alto las
oportunidades que surgen en todo el resto del continente". Peter
Mandelson en Malasia, mayo de 2006.

El
camino hacia el TLC

Ya
en 2002 la UE estaba manejando la idea de un tratado de libre
comercio (TLC) con Singapur. Esa idea quedó en suspenso debido
a la preocupación de que un tratado bilateral con Singapur
dejara afuera a otros miembros de ASEAN.

En
2003, la UE propuso la ‘Iniciativa de Comercio Trans Regional
UE-ASEAN' (TREATI, por sus siglas en inglés), como nueva
iniciativa de cooperación económica biregional que
incluye diálogo y actividades conjuntas de mutuo interés
económico. La meta es consolidar los cimientos sobre los
cuales establecer el diálogo y la cooperación en
aspectos regulatorios sobre distintos temas de facilitación
del comercio y acceso a mercados e inversiones entre ambas regiones,
con el objetivo de ampliar los flujos de comercio e inversiones.


Con
esta iniciativa (TREATI), la UE podría mejorar sustancialmente
su relación con la región, ya que la misma crea las
bases para un eventual TLC en el futuro. Si bien no pretende
sustituir al TLC, representa un compromiso sustantivo de la UE de
intensificar su asociación económica con ASEAN en los
próximos años.

 

El
grupo de visión ASEAN – UE

El
Grupo de Visión sobre la Asociación Económica
ASEAN-UE fue creado por los Ministros de Economía de ASEAN y
el Comisionado de Comercio de la UE en la 6ª Consulta el 27 de
abril de 2005 en Vietnam. Este Grupo de Visión tuvo por
finalidad estudiar la viabilidad de una Área de Libre Comercio
ASEAN-UE, además de otras iniciativas para mejorar la
cooperación y los lazos económicos entre ASEAN y la UE.
La reunión inaugural del Grupo de Visión se realizó
en julio de 2005 en Vietnam.

El
informe del Grupo de Visión que dio luz verde a un TLC
UE-ASEAN se presentó en Hanoi en mayo de 2006. El capítulo
3 del informe está dedicado al TLC UE-ASEAN. Allí se
describen los beneficios potenciales del acuerdo y se establece el
marco para las negociaciones.


El
estudio cuantitativo concluye lo siguiente: 1: ASEAN obtendría
ganancias muy grandes, que llegarían a superar el 2% del PIB
en 2020, aunque las ganancias de los países miembros
individuales difieren, siendo apenas modestas en el caso de los
países menos adelantados (PMA); 2. El grueso de las ganancias
(75% de las ganancias de ASEAN) está asociado a la
liberalización en el área de los servicios (suponiendo
una reducción del 50% en las barreras al comercio en
servicios); 3. Las ganancias se fortalecen dentro del ambiente de los
TLC con terceros países firmados por UE y ASEAN: TLC
UE-Mercosur, TLC de ASEAN con socios de diálogo.


Por
otra parte, según el estudio cualitativo, el TLC podría
generar una amplia gama de impactos tanto positivos como negativos.
Estos incluyen ganancias moderadas a partir de la reducción
arancelaria, ya que los aranceles ya no serían la principal
barrera para el comercio de bienes, en particular con ganancias más
significativas en los sectores de aranceles altos como la agricultura
y el sector automotriz. El estudio identifica una complementariedad
entre las dos regiones en una serie de industrias, con una relativa
fuerza de ASEAN en la manufactura y de la UE en servicios basados en
el conocimiento. Las barreras no arancelarias también han
ganado importancia como impedimento del comercio: para las
exportaciones de ASEAN a la UE, éstas serían las normas
y requisitos técnicos y los cupos arancelarios para los
productos sensibles, en tanto que para las exportaciones de la UE a
ASEAN, las mismas serían las restricciones en el sector de
servicios, particularmente los requisitos y limitaciones impuestos a
la propiedad extranjera y las políticas nacionales destinadas
a apoyar a determinados sectores industriales.

En
base a estos estudios, el informe del Grupo de Visión
recomendó un enfoque diferenciado para las negociaciones del
TLC. La cooperación o el fortalecimiento de la asociación
deberá apuntar a tres objetivos: cooperación,
facilitación y liberalización. El TLC incluiría
medidas de asistencia técnica y desarrollo de capacidades,
además de las disposiciones corrientes de liberalización.

La
UE presentó un proyecto de mandatos el 6 de diciembre de 2006.
Ese proyecto de mandatos confirma el nuevo enfoque estándar
anunciado el 4 de octubre en la Comunicación de la Comisión
de la Unión Europea sobre ‘Europa Global': fuerte destaque
del clima regulatorio general, con especial énfasis en las
barreras no-comerciales, y una serie de mecanismos nuevos de consulta
previa y mediación flexible.

El
23 de abril de 2007, el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones
Exteriores (GAERC por sus siglas en inglés) de la UE aprobó
todos los cinco mandatos para los TLC con ASEAN, Corea e India y los
acuerdos de asociación con América Central y la
Comunidad Andina de Naciones.


Los
Ministros de Economía de los países de ASEAN y el
Comisionado de Comercio de la UE se reunieron en Brunei el 4 de mayo
de 2007, y acordaron comenzar las negociaciones para firmar un TLC.
El proceso de negociación se basará en un enfoque
región – región, en el que se reconoce y toma en
cuenta los distintos niveles de desarrollo y capacidad de los países
miembros de ASEAN.


Se
creará un comité conjunto integrado por funcionarios de
alta jerarquía de todos los países miembros de ASEAN y
la UE para desarrollar los detalles de las modalidades y el programa
de trabajo y el cronograma de las negociaciones.

Preocupaciones
y problemas centrales

1.
El proceso

La
falta de transparencia y de participación de la opinión
pública en ASEAN. Esto devela el doble discurso de la UE, que
promueve procesos más participativos dentro de su región,
pero no se molesta en absoluto por la falta de transparencia en
ASEAN.


2.
Países incluidos

ASEAN
quiere negociar como uno, utilizando el enfoque "10 como 1", en
tanto que la UE tiene la intención de excluir a Birmania. En
la misma reunión del Consejo que aprobó los mandatos,
también se adoptó una posición común,
renovando las medidas restrictivas contra Birmania hasta el 30 de
abril de 2008 y actualizando la lista de personas incluidas en el
marco de esas medidas.

3.
Temas sustantivos

3.1
Disparidades dentro de las economías de ASEAN -quién
se quedará con los potenciales beneficios.


La
región del sudeste asiático se caracteriza por ser un
área de crecimiento del comercio y las inversiones.

Compuesta
por Birmania, Brunei, Camboya, Indonesia, Malasia, Filipinas,
Singapur, Tailandia, Republica Democrática Popular de Laos y
Vietnam, la región tiene una población total de
alrededor de 550 millones de personas. En conjunto, esos países
tienen un PIB combinado de US$700.000 millones. La tasa media de
crecimiento de la región es de 5,5% (2005).

La
inversión extranjera directa (IED) en ASEAN alcanzó los
US$38.000 millones en 2005, representando un aumento del 48% respecto
del año anterior. El pronóstico para 2006 también
muestra una tendencia al alza según los datos preliminares del
primer trimestre de ese año, que indican que los flujos de IED
alcanzaron US$14.000 millones en ese período, 90% más
que los US$7.400 millones registrados en el mismo período de
2005.

ASEAN
continuó manteniendo una tendencia positiva en su desempeño
comercial, ya que el total de exportaciones de 2005 aumentó en
un 13,5% respecto de 2004, pasando de US$589.400 millones en 2004 a
US$646.000 millones en 2005. La tendencia siguió en alza hasta
el primer trimestre de 2006, con un crecimiento de 17,7% de las
exportaciones de ASEAN en comparación con las cifras de
exportación para el mismo período de 2005. La cuota
parte del comercio intra-ASEAN como porcentaje total del comercio de
ASEAN se mantuvo relativamente constante en un 25% en 2005, apenas
mayor que el 24,3% de 2004.(6)

Las
cifras totales sin embargo enmascaran una realidad: "el sudeste
asiático es una región económicamente diversa,
con países que tienen distintos niveles de desarrollo y
capacidades para responder a la globalización y el cambio y
las necesidades de sus ciudadanos".(7)


El
país más rico de la región es Singapur, que
tiene un PIB per cápita de US$25.207, en comparación
con Birmania, cuyo PIB per cápita solamente llega a US$166
(apenas 0,6% del PIB per cápita de Singapur). Incluso el PIB
per cápita de Filipinas que asciende a US$1.042, equivale
nada más que al 4% del PIB per cápita de Singapur.


Del
total de la IED en ASEAN en 2004 que llegó a US$25.000
millones, Singapur se lleva la parte del león con US$16.000
millones que representan el 64% del total de la IED de la región.
En segundo lugar distante está Malasia, que atrajo US$4.000
millones equivalentes al 16%, seguida de Vietnam con US$1.600
millones equivalentes al 6%. Filipinas ocupa el sexto lugar con
flujos de IED que llegan a US$469 millones, apenas el 1,6% de la IED
de la región.


En
términos de exportaciones de mercancías, Singapur está
al tope de la lista nuevamente, con exportaciones que en 2004
llegaron a US$197.000 millones, mientras que la RDP de Laos ocupa el
último puesto con exportaciones que solamente llegan a US$363
millones, apenas el 0,1% de las exportaciones de Singapur. Las
exportaciones de Filipinas ascienden a US$38.000 millones, que
equivalen al 19% de las exportaciones de Singapur.


En
términos de migraciones, la región tiene países
de emigración (como Indonesia y Filipinas) y otros de
inmigración (como Tailandia, Malasia y Singapur). Los
migrantes irregulares rondan los 2,6 millones, de los cuales el 82%
son indonesios y filipinos. Malasia y Tailandia son receptores del
83% de esta migración.


3.2
La liberalización del comercio de bienes y servicios podrá
ser beneficiosa para los intereses empresariales de la UE, pero puede
ser perjudicial para el empleo, el sustento, y los ingresos de los
Estados.


En
agricultura, los ajustes o las reformas de las políticas
podrían llevar a la ‘mercantilización' creciente de
la agricultura de ASEAN y podrían tener consecuencias
negativas graves sobre los ingresos de los pequeños
agricultores. También podría conducir a una presión
mayor encaminada a transformar las estructuras de propiedad de la
tierra, las prioridades de uso de la tierra y las formas de
producción de alimentos en aras de una producción de
alimentos más orientada al comercio.


En
el sector de bienes industriales, la UE ya es el mayor exportador del
mundo. La agenda de la UE en torno al NAMA recalca su postura de
reducir drásticamente los aranceles de los productos
industriales y de la pesca en el mundo en desarrollo. Eso tendría
efectos devastadores sobre las economías de los países
pobres y sus posibilidades de utilizar la política comercial
para llevar adelante su propia agenda de desarrollo, tal y como lo
hizo la UE en el pasado.


Los
estimativos de Filipinas muestran que con una fórmula
ambiciosa para el NAMA que podría implicar un coeficiente de
15% para los países en desarrollo, las líneas
arancelarias consolidadas para los productos no agrícolas se
reducirían en un 63% en promedio. Si bien las nuevas líneas
arancelarias consolidadas para los siguientes productos seguirían
estando por encima de los aranceles aplicados, los siguientes
sectores experimentarían una erosión sustancial de la
flexibilidad de la que actualmente disponen en materia de políticas.
Las líneas arancelarias consolidadas para los textiles se
reducirían de 30% a 10%. Con aranceles aplicados de 9%, esta
reducción de las líneas arancelarias consolidadas
constituye una pérdida de 96%. Los cinco sectores que serían
más severamente afectados incluyen los productos de caucho
(95%), los metales fabricados (87,7%), la madera y los productos de
madera (87,3%), y el papel y los productos de papel.


Los
siguientes sectores enfrentarían la mayor erosión del
espacio de políticas, registrando reducciones efectivas en los
aranceles aplicados. El sector de muebles experimentaría una
reducción del 9% en los aranceles aplicados; el plástico,
los productos de cuero y calzado experimentarían reducciones
del 13% en los aranceles aplicados, y el sector de la vestimenta
experimentaría reducciones del 33% en los aranceles aplicados.
Pero el sector que sería más afectado sería el
automotriz (vehículos motorizados) que sufriría una
reducción del 61% en los aranceles aplicados.

Pérdida
de ingresos y de puestos de trabajo

Según
un informe reciente publicado por Sam Lair, Asesor de la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD por sus
siglas en inglés), en un escenario ambicioso de reducciones
arancelarias, los ingresos aduaneros de los países en
desarrollo en conjunto caerán un 41%, calculado a partir de
una base de US$156.000 millones.


Por
otra parte, en el marco del escenario ambicioso, las proyecciones
muestran pérdidas de empleo significativas, especialmente en
el sector de los vehículos motorizados, que sería el
principal sector que sufriría pérdidas en los países
en desarrollo.

En
el sudeste asiático se prevén pérdidas de
puestos de trabajo en los sectores de metales no ferrosos (6,4%),
vehículos automotores (6,6%) y electrónica (1,7%).

En
Filipinas se podría esperar pérdidas de puestos de
trabajo en el sector de vehículos motorizados, que emplea
alrededor de 39.000 trabajadores, el sector vestimenta, con una
capacidad de empleo mayor cercana a los 370.000, el sector del cuero
y el calzado, con 69.000 trabajadores, el sector de muebles, con
143.000 trabajadores, y en el sector de productos plásticos,
que emplea 54.000 trabajadores.


En
el área de servicios la mayor preocupación es en torno
al tema de la reglamentación interna. Se teme que los
mecanismos regulatorios, inclusive los que se consagran en las
constituciones vigentes en la actualidad, serían desmantelados
para dar lugar a regímenes de mayor liberalización y
más favorables para las inversiones extranjeras.

En
Filipinas, Tailandia y en la mayoría de los países de
la región, el cambio de la constitución es un tema
sensible que está siendo debatido y resistido a nivel
nacional. Los debates se centran en las reformas políticas,
que a menudo eclipsan el problema de las reformas económicas
(es decir las medidas de liberalización) que son parte
inherente de la agenda del cambio de las constituciones.


Otro
tema crucial para la región es el del acceso a los
medicamentos. El gran énfasis que pone la UE en el
reconocimiento y observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual
choca con la posición cada vez más generalizada en la
región tendiente a maximizar sus derechos en la solución
de los problemas de salud pública. La experiencia de
Tailandia, que invocó tales derechos amparándose en el
acuerdo de la OMC sobre los ADPIC y sus cláusulas sobre
licencias obligatorias e importación paralela de medicamentos
esenciales para salvar vidas, es un ejemplo claro de ello. La medida
adoptada por Tailandia de emitir licencias obligatorias para los
medicamentos clave, ha generado gran revuelo en el mundo
desarrollado, especialmente entre la multimillonaria industria
farmacéutica. La UE es sede de algunas de las empresas
farmacéuticas más grandes del mundo.


Conclusiones

El
enfoque de la UE de combinar acuerdos de cooperación "más
blandos" con TLC duros y puros ha generado la impresión de
que la UE es una potencia hegemónica benigna cuyo interés
fundamental es el desarrollo, con preocupación por los
derechos humanos, el medioambiente, los derechos laborales, etc. Ese
discurso resulta evidente en los EPA (Acuerdos de Asociación
Económica) y en los TLC, así como en los acuerdos de
asociación y en los DEP. Según los burócratas de
la UE, lo que está haciendo la UE es ayudar a los países
a incrementar el comercio, contribuyendo a mejorar sus normas y
mecanismos de regulación.


La
agenda de competitividad de la UE definida en la estrategia de
Lisboa, la directiva de Bolkestein y la nueva agenda de la UE
desmiente todos estos alardes de una Europa filantrópica. Los
intereses empresariales están en el centro mismo de esa
estrategia de transformar a la UE en la economía más
competitiva del mundo.


La
agenda de competitividad de la UE, con su ofensiva enérgica y
agresiva en pos de la liberalización del comercio de bienes y
servicios y de los regímenes de inversión, socavará
el desarrollo del Sur Global.


De
otra parte, la agenda de integración económica y
liberalización que promueve la UE como modelo a seguir por
ASEAN es muy peligrosa, debido a los niveles de pobreza e inequidad
en la región y la ausencia de un sistema de seguridad social
comparable al de Europa.


*
Joseph Purugganan es investigador asociado de Focus
on the Global South
.
Este documento fue presentado en los talleres sobre comercio en la
Cumbre Alternativa del G8, junio 5-7, 2007 en Rostock, Alemania


Notas
1.
Lisbon Strategy (http://www.euractiv.com)

2.
Una Europa Global: Competir en el Mundo. Elementos del discurso del
Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006

3.
ibid

4.
Marc Maes. The EU approach to bilateral negotiations. A quick
snapshot. 8 de noviembre de 2006

5.
Una Europa Global: Competir en el mundo. Elementos del discurso del
Comisionado Peter Mandelson. 4 de octubre de 2006

6.
Extractado de la Declaración Conjunta de los treinta y ocho
Ministros de Economía de ASEAN (AEM) en agosto de 2006

7.
SAPA Grupo de Trabajo de ASEAN. Submission on the Economic
Pillar.
Junio 2000