Resumen ejecutivo
Las empresas estadounidenses se oponen a la legislación que consagra nuevos derechos laborales para los trabajadores chinos.
Empresas multinacionales estadounidenses como Wal-Mart, Google, UPS, Microsoft, Nike, AT&T, e Intel, actuando a través de organizaciones empresariales de su país como la Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai y el Consejo de Negocios China – Estados Unidos, están presionando fuertemente contra la nueva legislación. Por otra parte, amenazan con el retiro de las empresas extranjeras de China en caso de que la misma se apruebe.
El Proyecto de Ley de Contrato Laboral proporcionaría normas mínimas que son un lugar común en otros muchos países del mundo, como la existencia de contratos de trabajo con respaldo jurídico, reglamentaciones del pago de indemnización al finalizar la relación laboral, y negociaciones sobre los procedimientos y políticas a aplicar en el lugar de trabajo. El gobierno chino apoya estas reformas, en parte como respuesta al creciente descontento laboral.
La oposición de las empresas a la nueva legislación apunta a mantener el status quo de las relaciones laborales en el país asiático. Éste incluye bajos salarios, pobreza extrema, inexistencia de normas y derechos mínimos, ausencia de protecciones de seguridad y sanitarias, y la falta absoluta de contratos laborales legales para muchos empleados.
Los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo en China han conducido a una nivelación hacia abajo en el resto del mundo. La oposición de las compañías a la consagración de normas mínimas para los trabajadores chinos debería preocupar a los trabajadores y a sus representantes políticos y sindicales en todo el mundo.
Introducción
Hoy en China se está llevando a cabo un importante debate sobre el Proyecto de Ley de Contrato laboral, una ley que garantizaría nuevos derechos a los trabajadores del país. El debate no ha tenido la difusión adecuada fuera de China; prácticamente ha sido ignorado por los medios estadounidenses. Sin embargo, cuando el gobierno chino abrió una instancia para la discusión pública durante un plazo de 30 días en la primavera de este año (otoño para el hemisferio Sur), se recibieron alrededor de 200.000 comentarios, la mayoría provenientes de trabajadores comunes. Pero algunos de estos comentarios eran de corporaciones transnacionales con base en Estados Unidos y Europa y sus grupos de presión que salieron fuertemente al cruce del proyecto de ley.
La reciente decisión de Wal-Mart de reconocer los sindicatos chinos, fue noticia en todo el mundo. Pero Wal-Mart y otras compañías, entre ellas Google, UPS, Microsoft, Nike, Intel y AT&T, actuando a través de la Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai (AmCham) y otras asociaciones industriales, están tratando de bloquear esta ley que implicaría un aumento significativo del poder y la protección que reciben los trabajadores.
Esta campaña corporativa contradice las justificaciones que se han dado a las políticas públicas que alientan a las empresas a invertir en China. Las empresas de Estados Unidos han argumentado reiteradamente que están fomentando el mejoramiento de las normas y los derechos humanos y laborales en el exterior. Por ejemplo, la Cámara de Comercio Estadounidense en Hong Kong afirma entre sus "principios universales " que "las empresas estadounidenses juegan un rol importante como catalizadoras de un cambio social positivo, promoviendo el bienestar humano y garantizando el mantenimiento de la dignidad de los trabajadores, y estableciendo ejemplos positivos en cuanto a su remuneración, trato, salud y seguridad" (1) Sin embargo, las corporaciones estadounidenses intentan bloquear una ley que apunta a mejorar la remuneración, el trato, la salud y la seguridad y a promover otras normas que beneficien a los trabajadores chinos.
En un momento en que China ejerce un impacto creciente en la economía mundial, los esfuerzos para mejorar las condiciones de los trabajadores chinos tienen una enorme importancia para los trabajadores de cualquier lugar del mundo. En la medida en que los salarios estadounidenses se han estancado, muchos estadounidenses están preocupados porque los bajos salarios y la carencia de normas laborales en China conducen al deterioro de estos mismos parámetros en Estados Unidos. La mejora en las condiciones laborales en China puede ayudar a los trabajadores del resto del mundo a resistir esta nivelación hacia abajo que amenaza con empeorar las condiciones de trabajo y los salarios en todo el mundo, hasta llegar al nivel de menor protección.
La legislación propuesta no eliminará los problemas laborales en China. No les otorgará a los trabajadores el derecho a formar sindicatos independientes con dirigentes de su propia elección ni el derecho de huelga. Pero las corporaciones extranjeras están atacando esta ley no porque les proporciona poca protección a los trabajadores, sino porque les da demasiada. Ciertamente la ley puede resultar un motivo de aliento para que los trabajadores se organicen y exijan el cumplimiento de los derechos que consagra. El debate sobre la legislación se ha instalado en el país. Los ciudadanos, los trabajadores y los funcionarios públicos en los Estados Unidos y en el mundo en general, deberían preguntarse: ¿la política pública alentó las inversiones en China para que las transnacionales mundiales puedan ejercer presión contra mayores derechos para los trabajadores chinos?
Las corporaciones se oponen a las reformas de la legislación laboral en China
-
La campaña contra las protecciones para los trabajadores chinos
La República Popular China dio a conocer en el mes de abril el proyecto de ley de Contrato Laboral cuyo objetivo declarado es proteger los derechos e intereses de los trabajadores. Un análisis de GLS sobre la respuesta de las corporaciones estadounidenses y de otros países extranjeros indica que están involucradas en una campaña concertada para impedir que se mejoren los salarios notoriamente bajos y las malas condiciones de los trabajadores chinos, bloqueando las reformas propuestas.
Esta campaña está siendo dirigida directamente por grandes corporaciones como General Electric y Procter & Gamble, que han abordado directamente a los autores de la legislación. (2)
Tres grandes organizaciones promueven públicamente esta campaña en representación de las empresas extranjeras que actúan en China:
-
– La Cámara de Comercio Estadounidense en Shangai que representa a más de 1300 empresas, entre ellas 150 de las empresas que figuran en la lista de Fortune 500.
-
– El Consejo de Negocios China-Estados Unidos que representa unas 250 compañías que actúan a través de todos los sectores de la economía china.
-
– La Cámara de Comercio Unión Europea – China con más 860 miembros.
Las tres organizaciones presentaron al gobierno chino extensos documentos donde se hace un ataque frontal contra la ley. La declaración de la AmCham en Shangai ocupa 42 páginas. (3)
Estas organizaciones también han realizado algunas amenazas apenas veladas en el sentido de que las empresas extranjeras abandonarían China de ser aprobada la ley. Al decir de AmCham en sus comentarios sobre el proyecto, el mismo puede "reducir las oportunidades de empleo para los trabajadores de la RPC" y "afectar negativamente la competitividad y la atracción de la RPC como destino de la inversión extranjera" (4)
El Dr. Keyong Wu, un experto que trabaja para la Cámara de Comercio Británica, comentó que las Empresas se ven atraídas por China no solamente por sus costos laborales sino además por su eficiencia. Si la regulación comienza a afectar esto y la flexibilidad, entonces podrían volcarse hacia India, Pakistán y el Sudeste Asiático. (5)
El afecto que sienten las empresas estadounidenses por el status quo en China queda revelado en el énfasis que el documento de AmCham pone en los deseos de mantener la actual legislación laboral del país. Esta legislación se dice ha "promovido una operación normalizada de la empresas y el establecimiento de un sistema empresarial moderno." (6) AmCham critica los cambios propuestos en la ley que dificultarían despedir a los trabajadores y pondrían restricciones "rígidas " a la "administración comercial de las empresas". Concluye que "dudamos que sea necesarios realizar cambios tan significativos". (7)
-
¿Por qué la legislación laboral china necesita "cambios significativos"?
A pesar del extraordinario crecimiento económico la mayoría de los trabajadores chinos viven al borde de la pobreza. Ganan poco y a menudo trabajan en condiciones terribles. La mayoría carece de los derechos básicos y no tienen acceso a esos derechos. Unos 150 millones de chinos en las ciudades y en el campo están desempleados – un número superior al conjunto de los trabajadores estadounidenses. (8)
China dejó el sistema de seguridad social al que se le conocía como un "tazón de hierro de arroz" de la cuna a la tumba, durante la década de 1980, cuando puso punto final a la planificación central tradicional y se embarcó en un modelo de desarrollo abierto y de laissez-faire. Durante la década de 1990 las empresas estatales se cerraron, y crecieron como hongos las empresas privadas, la inversión extranjera se disparó en forma incontenible y los trabajadores quedaron librados a su suerte.
En 1994, China adoptó una legislación laboral que estipula contratos individuales entre los trabajadores y las empresas. Poco tiempo después también adoptó una ley que permite la negociación de contratos colectivos a través de sindicatos en algunas industrias.
Los contratos laborales supuestamente deben estipular los salarios, los términos básicos del empleo y la duración del mismo. La realidad es que muchos trabajadores carecen de contratos y protecciones básicas. El setenta por ciento de los trabajadores rurales y un quince por ciento de los trabajadores urbanos no tienen contrato, lo que significa que no tienen acceso ni siquiera a los derechos o beneficios mínimos. En el floreciente sector de la construcción el cuarenta por ciento de los trabajadores no tienen contrato. Incluso aquellos que tienen contrato carecen de seguridad real: el sesenta por ciento de los contratos en todo el país son por 3 años o menos. (9)
-
Las protecciones contra las cuales luchan las corporaciones
Si bien la ley de contrato laboral que se propone aborda muchos de estos problemas, ofrece una protección modesta. Lo que es más importante, no establece que existan sindicatos independientes con dirigentes elegidos por sus miembros ni el derecho de huelga. En palabras de Robert Kwauk, socio administrador de la oficina de Beijing de Blake Cassels & Graydon, "les digo a mis clientes que no entren en pánico debido a las nuevas reglas, igual siguen siendo muy razonables si se las compara con la legislación laboral que deben enfrentar en otras operaciones, sea en sus propios países o a nivel internacional". (10)
No obstante, el análisis de GLS indica que las empresas extranjeras están luchando contra los aspectos de la ley que precisamente podrían mejorar algunos de los problemas laborales más graves que sufre China.
-
– Protecciones contractuales para todos los trabajadores
Las compañías extranjeras quieren mantener el sistema actual que crea una gran subclase de trabajadores de gran precariedad que no tienen derechos. El acceso a los derechos y a los beneficios laborales -no importa qué tan limitados sean- depende de la existencia de un contrato de trabajo escrito firmado en forma individual o colectiva por los trabajadores y las empresas. Pero hay millones de trabajadores trabajando en la actualidad que no tienen ese contrato. La nueva ley crearía un contrato implícito para cualquier trabajador que reciba un salario, dándole a millones de trabajadores derechos y beneficios que hoy se les niegan. Estipula que cualquier ambigüedad en la interpretación de un contrato se hará a favor de los empleados. AmCham se opone a estas disposiciones con los siguientes argumentos "estas disposiciones no son coherentes con el sistema de reclutamiento de las empresas modernas". (11) Por el contrario, las compañías quieren establecer términos de pago y de trabajo para todos los trabajadores sin firmar contratos, de forma unilateral. La gerencia por sí misma podría resolver "todos los problemas … como la confirmación del pago, la manera de manejar el seguro social, el método de despido y la norma de indemnización. (12)
-
– Negociación colectiva con los empleados
La nueva ley prevé negociaciones con los sindicatos o representantes de los trabajadores, en torno a las políticas y procedimientos en el lugar de trabajo, el paro forzoso, la salud y la seguridad de los trabajadores, y los despidos. Las empresas extranjeras exigen autoridad unilateral, y se oponen a la negociación. El Consejo de Negocios China – Estados Unidos escribió que "no es viable establecer la nulidad de las reglamentaciones y políticas de un empleador cuando las mismas no se adoptan a través de la negociación con el sindicato. … Exigir el consentimiento del sindicato antes de la implementación de cambios de este tipo resulta un peso excesivo para la empresa y puede impedirle adoptar políticas importantes para la compañía de manera oportuna. … La autoridad y responsabilidad final por las políticas de la empresa deben ser patrimonio del empleador". (13)
-
– Libertad de cambiar el empleo
Los acuerdos de no competencia presentan una condición regresiva común en el sistema estadounidense y de otros países occidentales que ha ingresado subrepticiamente en la economía china. Dichos acuerdos mpiden a los trabajadores cambiar de empleo con facilidad si han tenido acceso a conocimiento de propiedad de la empresa donde trabajan, según lo determine el empleador. Para un país en desarrollo como China, la transferencia de conocimiento es algo esencial. La nueva ley pone topes al recurso para exigir daños y perjuicios que tienen los empleadores ante los empleados que cambian de empleo; hace más difícil argumentar que se ha violentado la confidencialidad; y permite excepciones geográficas para favorecer la difusión de las habilidades en el territorio del país. La oposición a esta disposiciones se manifiesta como una amenaza, "si esto se pone en práctica", según los comentarios incluidos en el documento de ArmCham, "afectará seriamente la innovación tecnológica individual de las empresas chinas, y por ende las corporaciones multinacionales no introducirían su tecnología de avanzada, mucho menos permitirán que el personal chino estuviera expuesto (sic) y dominara (sic) la tecnología fundamental." (14)
– Períodos de prueba limitados
Actualmente las corporaciones pueden establecer en forma unilateral períodos de contratación de personal a prueba, a menudo por todo un año, manteniendo así a las personas en una situación de empleo altamente precario. La nueva ley establece una norma de períodos de prueba que van de uno a seis meses dependiendo del tipo de trabajo. Según las gerencias la justificación del status quo se basa en que uno a seis meses "no alcanzan a proporcionar un tiempo suficiente para que las empresas puedan evaluar al nuevo personal". (15)
-
– Pago por capacitación
En el actual régimen los empleados firman un contrato independiente que permite a las empresas recuperar los costos de capacitación en caso de que el empleado termine su relación laboral. En el marco legal vigente prácticamente cualquier cosa es considerada "capacitación" por parte de la gerencia -incluidos muchos tipos de capacitación en la tarea que son norma para cualquier trabajo nuevo- pueden estar sujetos a reembolso, con lo cual el empleado que deja su puesto termina endeudado o atado a su empleador si no puede pagar los costos de su capacitación. La nueva ley limita los costos que los empleadores pueden recuperar, por ejemplo, definiendo como "capacitación" la instrucción que recibe un empleado fuera de su puesto de trabajo, en condiciones de tiempo completo y durante al menos 6 meses. Las compañías se oponen a esta nueva disposición porque "el empleador no tendría derecho a reclamar compensación de parte de un empleado que deje su puesto por las experiencias de capacitación [realizadas en el puesto de trabajo y de otro tipo] (16)
-
– Indemnización por finalización de la relación laboral
Teóricamente no existe en China el empleo a voluntad de la empresa; se supone que todos los trabajadores tienen contratos de trabajo -aunque en la práctica muchos no lo tienen. La mayoría de los contratos son por un "período establecido" después del cual un empleador puede despedir a un trabajador sin tener ninguna penalidad y el trabajador puede dejar su puesto sin penalidad. Este sistema promueve la inestabilidad de las relaciones laborales. La nueva propuesta favorece el empleo estable al exigir a los empleadores proporcionar a los trabajadores que terminan sus contratos el pago de una indemnización, que no se aplica a aquellos que renuevan los contratos. Las gerencias se oponen porque sostienen que esta solución no es para nada razonable. (17)
-
– El tránsito del trabajo temporario al permanente
Las compañías chinas emplean un gran número de empleados temporarios que están contratados por agencias de trabajo temporario. Este sistema alienta a que las gerencias eviten las protecciones y el compromiso inherentes a los empleos estándar. En el marco de la nueva ley, los trabajadores de las agencias de trabajo temporario devendrían empleados permanentes después de un año de empleo en una firma cliente, y de esta forma se reduce el número de puestos de trabajo contingentes e inseguros. Según las compañías, "esta disposición lesiona el derecho del empleador de encontrar la mejor persona para el puesto y reduce la flexibilidad de la asignación de recursos humanos". (18)
-
– Un sistema justo para el paro forzoso
En la práctica las compañías frecuentemente cesan provisoriamente a sus trabajadores a discreción. En el marco de la nueva ley, deberían cesar al personal respetando su antigüedad. La gerencia se opone a aplicar el criterio de antigüedad para las situaciones de paro forzoso aduciendo que "se trata de una política discriminatoria contra el personal nuevo ya que trabajan para la misma empresa que el personal con antigüedad." (19)
Por qué las empresas extranjeras se oponen a la reforma de la legislación laboral en China
-
Las compañías se benefician de la explotación de los trabajadores chinos.
Aunque el crecimiento extraordinariamente rápido de la economía china frecuentemente se destaca, es menos común que se tome conciencia de cuánto de ese crecimiento refleja efectivamente el papel de las corporaciones extranjeras. De acuerdo al economista en jefe de Morgan Stanley, Stephen Roach, el 65% de la triplicación de las exportaciones chinas -que pasaron de US$ 121.000 millones en 1994 a US$3 65.000 millones a mediados de 2003- "se origina en la tercerización de las subsidiarias chinas de las corporaciones multinacionales y las joint ventures" (20) La explosión de exportaciones de la que se culpa a China es principalmente una expansión de las exportaciones de las corporaciones transnacionales que utilizan mano de obra china.
El motivo obvio de estas empresas extranjeras para oponerse a la ley que protege a los trabajadores chinos es su temor de que pueda terminar con el bajo costo de la mano de obra con el que hoy se favorecen.
.
Según el New York Times
"El crecimiento de China se basa en la mano de obra barata. Las fábricas con inversión extranjera aquí, incluidos los centros de producción de una gran parte de las compañías multinacionales, dependen de una mano de obra flexible que cada año es más barata."
"La provincia de Guangdong ha crecido a un ritmo superior al diez por ciento anual en la última década. Pero sus trabajadores de la industria, mayoritariamente inmigrantes del interior del país, no ganan más que lo que ganaban en 1993… los trabajadores están perdiendo terreno incluso a pesar de que China goza de una de las expansiones más sostenidas y robustas de la historia moderna.
Esto es en parte una paradoja de la globalización. China ha atraído más inversión extranjera por lejos, que cualquier otro país en desarrollo. … Pero continúa atrayendo capital fundamentalmente porque está dispuesta a que los trabajadores realicen su labor por un ingreso cada vez menor" (21)
-
Las corporaciones se benefician fomentando la "nivelación hacia abajo".
Las empresas extranjeras tienen otro motivo menos obvio para oponerse a las protecciones de los trabajadores chinos. La capacidad de contratar mano de obra barata en China ha generado una presión para que bajen los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores en todo el mundo.
China juega un rol clave en la fijación de los niveles salariales en el mundo. Es el eje central de lo que el economista en jefe de Morgan Stanley Stephen Roach ha llamado "el arbitraje laboral global" (22) – en el cual las corporaciones se mueven de un mercado laboral a otro para tratar de aprovechar la mano de obra más barata. El resultado es un proceso de nivelación hacia abajo en el cual los trabajadores y sus comunidades compiten entre sí para ver cuál puede proporcionar la mano de obra con el costo más bajo y las condiciones más propicias para las corporaciones. Según Roach, el arbitraje laboral global también actúa ahora como "poderoso depresor estructural sobre las fuentes tradicionales de creación de puestos de trabajo en los países con altos niveles salariales como los Estados Unidos". (23)
La presión para el descenso de los salarios a nivel mundial que ejerce China es enorme. El economista de Harvard Richard Freeman estima que la entrada de India, Rusia y China a la economía mundial en las últimas décadas ha duplicado la mano de obra empleada en la economía global. China solamente, da cuenta del 50% de este incremento. Y debido a que estos países no agregaron una cantidad de capital significativa a la economía mundial, más trabajadores están compitiendo para ser empleados por esencialmente el mismo monto de capital, aumentando el poder de negociación del capital y disminuyendo consiguientemente el del trabajo. (24) Esto contribuye sustancialmente a un estancamiento salarial o a su descenso en los países de todo el mundo. El Presidente del Banco de la Reserva Federal, Ben Bernake, declaró recientemente que no hay "ningún antecedente histórico" a la rápida integración de China, India y el ex-bloque comunista en la economía mundial en el espacio de solamente un par de décadas. (25)
Andrew Ross de la Universidad de Nueva York, que recientemente pasó un año en China estudiando como se adaptan los trabajadores a los cambios tan rápidos de esta última década, destaca que las corporaciones extranjeras pueden usar los salarios y las condiciones de trabajo en sus operaciones en China para hacer descender sus condiciones de trabajo en todos los niveles en todo el mundo.
"Ningún país industrializado ha podido competir por ocupar el primer lugar en lo más elaborado de la cadena productiva, y al mismo tiempo absorber los puestos de trabajo en la parte más baja … Dominar esta expansión -desde el trabajo más bajo de la plataforma de ensamble hasta los puestos más altos de la industria y los servicios- es estar en posición de marcar la norma global de los niveles de empleo como nunca antes. Dado el descuido crónico de la seguridad laboral y los derechos en el lugar de trabajo en el sector privado de inversiones extranjeras de China, esto representa una clara amenaza a la estabilidad de los medios de sustento en todas partes." (26)
3. Las corporaciones temen que haya más derechos para los trabajadores chinos.
En el marco de la actual legislación, los trabajadores no tienen los derechos humanos básicos de organizarse, negociar en forma colectiva y hacer huelga. Una alta proporción de los trabajadores chinos están representados por sindicatos, pero éstos operan como parte de la Federación de Sindicatos de toda China (ACFTU por sus siglas en inglés) que es un brazo del gobierno. La ACFTU no es confrontativa: su objetivo declarado es crear "relaciones armoniosas" en el lugar de trabajo. Los gerentes en general sirven como funcionarios de los sindicatos. Las huelgas son ilegales. La ACFTU es considerada ampliamente como ineficiente tanto dentro como fuera de China.
La legislación laboral china actual y las condiciones que promueve han llevado a un enorme aumento de las manifestaciones, huelgas y otras formas de protesta que han inundado China en los últimos años. Solamente el año pasado el gobierno informó la existencia de 300.000 disputas laborales, prácticamente el doble de las informadas en 2001. (27) La decisión del gobierno de institucionalizar algunas reformas limitadas, que toma cuerpo en el proyecto de la nueva ley de contrato laboral, es una reacción a estas acciones de los trabajadores chinos, que los funcionarios del gobierno creen que amenazan la estabilidad de su gobierno.
La nueva ley propone aumentar la inspección gubernamental sobre los salarios, las horas extras y las condiciones de trabajo, pero las empresas extranjeras saben que es poco probable que el gobierno chino aplique efectivamente esta ley de forma tal que afecte seriamente sus intereses. En realidad, pueden incluso tener duda de que simplemente la aplique en absoluto. Tal como lo reconoce AmCham, incluso las leyes laborales chinas actuales "no son observadas ni se aplican plenamente" y "mucha empresas violan" sus disposiciones. (28)
Las corporaciones no tienen garantía, sin embargo, de que el empoderamiento de los trabajadores chinos termine con la legislación actual. La experiencia histórica en Estados Unidos y en el mundo demuestra que cuando los trabajadores se dan cuenta de que tienen ciertos derechos por ley, bien pueden crear las instituciones necesarias para acceder a los mismos y lograr su aplicación.
La experiencia de muchos países indica que las leyes laborales a menudo no se aplican a menos que los trabajadores ejerzan el derecho a organizarse, negociar colectivamente e ir a la huelga. Por esta razón, las empresas tienen razón en temer que incluso algunos derechos limitados que se garanticen a los trabajadores chinos alienten futuros esfuerzos de formar sindicatos independientes, elegir sus propios dirigentes y utilizar su capacidad de negociación potencial. Temen en suma, que el proyecto de ley laboral signifique solamente un primer paso en una larga marcha de los trabajadores chinos en su lucha por los derechos legales que se les adeudan y las instituciones que permitan su aplicación efectiva.
Recomendaciones de políticas
Si bien la discusión pública y de los medios se ha centrado en general en el papel del gobierno chino en la supresión de las luchas de los trabajadores y no en la aplicación de la legislación laboral existente, millones de estos trabajadores son explotados por las empresas transnacionales o sus subsidiarias y proveedores. En realidad, casi dos tercios del crecimiento de las exportaciones "chinas" son en efecto de corporaciones y subsidiarias y proveedores no chinos.
La política pública en Estados Unidos y otros países ha permitido que estas corporaciones se den cuenta de los enormes beneficios que pueden obtenerse de los bajos salarios y las malas condiciones laborales de los trabajadores chinos. Estas políticas han sido justificadas en general con el argumento de que las empresas extranjeras que operan en China mejorarían los niveles de derechos humanos y laborales en el país.
Al oponerse a la reforma de la ley de contrato laboral que significaría niveles laborales y de derechos humanos mejores, las empresas estadounidenses y de otros países están agravando las condiciones que ellos mismos alegan querer mejorar. Su campaña contra la ley bloquea las protecciones para los trabajadores chinos, pero conserva las protecciones para las corporaciones que los explotan. Al hacer esto no solamente afectan a los trabajadores chinos sino a trabajadores en distintos lugares del mundo que se ven enfrentados a competir con los chinos.
El nuevo proyecto de ley se espera que pase por su tercera consideración este otoño; si fuese aprobado, entrará en efecto en marzo de 2007. (29) Las empresas estadounidenses, europeas y otras transnacionales ya han expuesto su opinión -quieren la ley en la papelera. Ahora es tiempo de que otras voces se hagan escuchar.
Es necesario que se pida a las empresas y las organizaciones empresariales en China, y a sus aliados políticos que reviertan inmediatamente su oposición al proyecto de reforma laboral. Y se les debe exigir que apoyen públicamente una legislación que asegure los derechos humanos básicos de los trabajadores chinos de organizarse, elegir sus dirigentes sindicales, negociar colectivamente y realizar huelga.
Esta es una oportunidad para quienes representan a los trabajadores estadounidenses sindicalizados en los pasillos de los sindicatos y del Congreso para cuestionar cómo puede ser que las empresas estadounidenses estén socavando los derechos de los trabajadores chinos para su propio provecho. Es una oportunidad para quienes representan a los trabajadores en todo el mundo para frenar la nivelación hacia abajo de las condiciones laborales y los salarios.
No es necesario viajar a Beijing. Las casas centrales de las corporaciones que se oponen a las reformas para los trabajadores chinos están en Nueva York y Bruselas, Los Angeles y Londres, y otras ciudades grandes y pequeñas en todo el mundo.
* Global Labour Strategies (GLS) es un centro sin fines de lucro según reglamentación 501(c)-3, dedicado a la investigación y el análisis de temas relacionados con la globalización, el comercio y el trabajo. El personal de GLS ha apoyado a distintos sindicatos, funcionarios gubernamentales y ONG en el desarrollo de estrategias y para realizar las investigaciones necesarias para funcionar efectivamente en la economía mundial. GLS tiene oficinas en Nueva York, Boston y Montevideo, Uruguay. Por más información sobre GLS visite el sitio http://www.laborstrategies.blogs.com/
El informe completo, en ingles y español, se puede descargar en http://www.laborstrategies.org/index.php?
option=com_content&task=view&id=11
Para obtener una traducción al inglés del proyecto de ley sobre Contrato Laboral, o la carta de la Cámara de Comercio Estadounidense al gobierno chino, puede comunicarse con Global Labour Strategies a través de [email protected].
Notas
1. "Universal Business Principles," Cámara de Comercio Estadounidense en
Hong Kong. Disponible en:
http://www.amcham.org.hk/pr/background/universal-business-
principles.pdf#search=%22universal%20business%20principles%22
2. Bill Savadove, "Firms say new labour law is a step backward," China
Morning Post, 21 de marzo, 2006.
3. "Comments and Suggestions on Revision to Labor Contract Law,"
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, 19 de abril, 2006. Disponible en:
http://www.amcham-shanghai.org/NR/rdonlyres/A18F268D-6EE8-4221-B075
-4F00282E8623/1427/
AmChamShanghailaborcontractlawcommentstoNPCApr2006.pdf
4. Ibid, p. 21
5. Christine Buckley, "Foreign investors may quit if China tightens up
labour law," TimesonLine, 29 de junio, 2006.
6. "Comments and Suggestions on Revision to Labor Contract Law,"
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, April 19, 2006, p.20.
7. Ibid, p. 21.
8. Dorothy Guerrero, Yale Global On-Line, 6 de febrero, 2006. Disponible en:
http://yaleglobal.yale.edu/display.article?id=6929
9. Economist's Intelligence Unit, Human Resources Section 7: Labour
legislation: Overview, 21 de agosto, 2006,
http://www.tmcnet.com/usubmit/2006/08/21/1820817.htm
10. Julius Melnitzer, "Power Shift: China's government prepares to make
sweeping changes to its labor laws," Inside Counsel, agosto de 2006.
Disponible en:
http://www.insidecounsel.com/issues/insidecounsel/15_211/global_views/
577-1.html
11. "Comments and Suggestions on Revisions to Labour Contract Law",
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai p.25
12. Ibid p.36
13. "Comments on the Draft Labor Contract Law of the People's Republic
of China (Borrador del 20 de marzo, 2006)," Consejo de Negocios China-Estados Unidos, 19 de abril, 2006 p.2. Disponible en:
http://www.uschina.org/public/documents/2006/04/uscbc-comments-labor-
law.pdf#search=%22US-
China%20Business%20Council%20Comments%20of%20the%20Draft%20Labor%22
14. "Comments and Suggestions on Revisions to Labour Contract Law",
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, p. 35.
15. Ibid. p. 39.
16. "Comments on the Draft Labor Contract Law of the People's Republic
of China (Draft of March 20, 2006)," US-China Business Council, 19 de abril, 2006, p.2.
17. "Comments and Suggestions on Revisions to Labour Contract Law"
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, p.37
18. "Comments on the Draft Labor Contract Law of the People's Republic
of China (Draft of March 20, 2006)," US-China Business Council, 19 de abril, 2006, p.2.
19. "Comments and Suggestions on Revisions to Labour Contract Law,"
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, p. 39
20. Stephen Roach, "How Global Labor Arbitrage Will Shape the World
Economy," Agenda Global, Edición de 2005, Disponible en:
http://www.globalagendamagazine.com/2004/stephenroach.asp
21. Joseph Kahn, "China's Leaders Manage Class Conflict Carefully," New
York Times, 25 de enero, 2004.
22. Stephen Roach, "Global: China and Global Labor Arbitrage," Foro Económico Global, 7de abril, 2006. Disponible en:
http://www.morganstanley.com/GEFdata/digests/20060407-fri.html#anchor0
23. Stephen Roach, "False Recovery," Foro Económico Mundial, Morgan
Stanley, 1de enero, 2004. Disponible en:
http://www.morganstanley.com/GEFdata/digests/20040112-mon.html
24. "China and the world economy: From T-shirts to T-bonds,"
Economist.com, 28 de julio de 2005
http://www.economist.com/displaystory.cfm?story_id=4221685
25. Krishna Guha, "Bernanke Calls for Fairer Globalization," Financial
Times, 25 de agosto, 2006.
26. Andrew Ross, "A Fast Boat to China," ponencia presentada en la Conferencia sobre Mercado de Trabajo Global en Cornell, 10 de febrero, 2006. Ross es autor del libro A Fast Boat to China : Corporate Flight and the Consequences of
Free Trade; Lessons from Shanghai. (Pantheon, 2006).
27. Antoaneta Bezlova, "China Grapples With Labor Dragon", Asia Times,
4 de abril, 2006.
28. "Comments and Suggestions on Revision to Labor Contract Law,"
Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai, 19 de abril, 2006, p. 21.
29. Chris Gill, "Come the Revolution," The Guardian, 24 de junio de 2006
Disponible en: http://www.guardian.co.uk/china/story/0,,1804659,00.html