por Walden Bello*

MIAMI, noviembre 20 – Estados Unidos tratará de presentar la conferencia ministerial del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en Miami como un éxito, pero la verdad es que son los opositores al ALCA quienes se han llevado la victoria. Esa es la evaluación que hicieron los líderes del movimiento, cuando miles de manifestantes de todas las Américas se concentraban en la ciudad este viernes para la Marcha por la Justicia Global, y la policía del condado de Miami-Dade desplegaba un inmenso operativo para intimidar a los opositores.

 

Manifestantes no se dejan intimidar

En la ‘Gala por la Justicia Global’ del miércoles 19 de noviembre se hizo evidente que la gente no se acobardó. Contra el ALCA y por ‘otro mundo es posible’ fueron los lemas del evento, cuyo programa incluyó presentaciones musicales y discursos breves de activistas de todas las Américas. En representación del movimiento obrero estadounidense, el presidente del la Unión de Trabajadores Metalúrgicos manifestó que “No permitiremos que nos roben nuestra soberanía. Lo que se está negociando aquí no sólo es sobre comercio, sino también sobre inversiones y privilegios para financistas e inversionistas codiciosos. Esta lucha es por nuestros hijos e hijas, nuestros nietos y nietas”. Destacó también la contribución del movimiento estudiantil contra las condiciones de explotación en las fábricas, haciendo el recuento de cómo horas antes, “vimos un grupo de estudiantes que se dirigía al parque Guzmán para participar en el Foro de los Pueblos y fue rodeado por policías que los catearon. Y adivinen, cientos de obreros metalúrgicos rodearon a los policías exhortándolos a que dejaran tranquilos a los estudiantes. Y lo hicieron”. Y la multitud se puso de pies en el anfiteatro que albergó la Gala.


Un paso atrás para Washington en el ALCA

La gran noticia del miércoles, no obstante, fue que la visión original del ALCA quedó descartada. “Estados Unidos pretendía un acuerdo abarcativo con disciplinas en todos los campos”, afirmó un delegado oficial de un país latinoamericano que tuvo participación en las negociaciones. “El proyecto de declaración ministerial que produjo el Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) significa a todas luces un paso atrás respecto a dichas pretensiones.”


En sustitución de esa visión, el borrador de la declaración propone un proceso “flexible” en el cual los gobiernos que así lo deseen puedan optar por excluirse de las negociaciones del ALCA en algunas áreas, al mismo tiempo que otros gobiernos pueden negociar la liberalización en esas áreas. En tal sentido, la declaración no admite ambigüedades cuando afirma que “los Ministros reconocen que los países pueden asumir diferentes niveles de compromisos … Además, las negociaciones deberían permitir que los países que así lo decidan, dentro del ALCA, puedan acordar beneficios y obligaciones adicionales.”


Esto le permitirá al Brasil y los demás miembros del MERCOSUR abstenerse de las negociaciones sobre inversiones, derechos de propiedad intelectual, compras del Estado y contratación pública, servicios, política de competencia y otras áreas en las que no quieran verse sujetos a una liberalización obligatoria. Al mismo tiempo, EEUU podrá así mantener sus políticas de subsidios masivos para su agricultura al permitírsele evitar las negociaciones agrícolas del ALCA. El resultado es lo que los eruditos han denominado como un “ALCA suave” o “ALCA a la carta”.


En esencia, la declaración ministerial es fiel reflejo de la propuesta que Brasil presentó ante la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales de julio pasado en San Salvador. Tal y como señaló el negociador latinoamericano, “Brasil estaba diciendo, miren, el 2003 es distinto del 1994 en que Clinton inauguró las negociaciones para el ALCA. Las políticas de libre comercio han acarreado malos resultados en toda América Latina. Los pueblos han depuesto varios gobiernos neoliberales en la región. No había manera de que EEUU pudiera conseguir hoy el tratado de libre comercio abarcativo al que aspiraba.”


Para sorpresa de muchos, EEUU ya había asentido a la propuesta mediadora del Brasil con algunas semanas de antelación a las reuniones de Miami. Pero según el negociador latinoamericano, de lo contrario la alternativa era otro Cancún, en referencia al colapso de la 5ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) bajo el peso de las posiciones ampliamente divergentes del Brasil y sus aliados, de un lado, y EEUU, Canadá y sus partidarios por el otro. La administración Bush simplemente no se podía permitir otro revés de esa magnitud en Miami en vísperas de un año electoral.


A pesar de su derrota relativa, según Timi Gerson, activista de la campaña de comercio de Public Citizen, EEUU presentará a Miami como un éxito. “Ellos dirán que el tren no fue descarrilado como en Cancún, sino que sale de Miami intacto con nueve vagones o áreas de negociación. Lo que intentarán disfrazar u ocultar es que esos vagones salen vacíos porque los pueblos a todo lo largo de las Américas se negaron a subir a ellos.”


Activistas exhortan a permanecer vigilantes

Para contrarrestar el giro que presentará Washington de los eventos en Miami y a fin de mantener la vigilancia en el seno de las fuerzas opositoras al ALCA, la Coordinadora Continental de Campañas contra el ALCA emitió un comunicado con las siguientes declaraciones el miércoles 19 de noviembre, poco tiempo después que se conociera el proyecto de declaración ministerial:


“En Miami, estamos constatando el fracaso del proyecto original del ALCA, y a la vez, el surgimiento de una nueva propuesta de negociación quizás más peligrosa aún.


EEUU tratará de presentar el fin del estancamiento de las negociaciones como un éxito de la Reunión Ministerial, ofreciendo un esquema “flexible” de negociación. Pero es sólo apariencia … Miami significa que EEUU ha perdido la capacidad de convencer sobre la bondad de su proyecto de “libre” comercio, y al mismo tiempo muestra la fuerza para imponer sus objetivos, aislando a los gobiernos del continente que explicitan una visión diferente.”


Según Fátima Mello, organizadora brasileña de la sociedad civil en materia de comercio, aun cuando la visión original del ALCA haya sufrido un traspié, “mientras la estructura y los principios básicos del ALCA sigan intactos seguiremos siendo vulnerables a la imposición de políticas comerciales neoliberales, por eso es importante oponerse también a esta versión aguada del ALCA.”


Para encubrir su repliegue táctico en torno al ALCA, el representante comercial de EEUU Robert Zoellick anunció el miércoles que Washington iniciará negociaciones de tratados bilaterales de libre comercio e inversiones con República Dominicana, Panamá, Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Según Sarah Anderson, analista de políticas comerciales para el Institute for Policy Studies de Washington, esa estrategia de EEUU constituye una confesión de debilidad. “Están admitiendo que no pueden obtener lo que quieren a través del ALCA, y eso es así porque los pueblos y los gobiernos están oponiendo resistencia a lo largo y ancho de las Américas.”


* Walden Bello es el director ejecutivo de Focus o­n the Global South