Hidayat Greenfield*

Después de meses de protestas callejeras, el primer ministro guardián de Tailandia, Thaksin Shinawatra fue obligado a una retirada táctica, dejando momentáneamente su cargo sin renunciar al poder. Aunque se trató solamente de una victoria parcial de los movimientos anti-Thaksin y pro democracia, marcó efectivamente el primer paso del desmantelamiento del régimen de Thaksin –un régimen que ha reacomodado sustancialmente el poder del estado e institucionalizado el "estado de los ejecutivos empresariales". Sin embargo, la democratización del estado no significa simplemente revertir los cambios impuestos por el gobierno autoritario de Thaksin en los últimos cinco largos años. Cualquier movimiento hacia una genuina democratización está condicionado a hacerle frente a un desafío aún mayor: romper con cinco décadas de dominio imperial indirecto de los Estados Unidos.

Las raíces nacionalistas del régimen de Taksin
En un tiempo de debate sobre la futura dirección política de Tailandia y las estrategias de los movimientos sociales en la democratización del estado, es importante recordar que el régimen de Thaksin tiene sus raíces en el nacionalismo populista que ganó el país después de la crisis asiática de 1997-98. El Partido Thai Rak Thai (los Tailandeses aman a los Tailandeses) utilizó este nacionalismo, en particular el populismo anti-FMI para garantizar su victoria electoral en 2001 e instalar a Thaksin como Primer Ministro. La verdad es que en medio de la retórica nacionalista respecto de la "colonización" de Tailandia., los continuos ataques de Thaksin al FMI reforzaron su popularidad y consolidaron el apoyo de grandes segmentos de la izquierda tailandesa. En un programa televisivo emitido el 31 de julio de 2003 en el cual se dirigió a la población, Thaksin anunció que se había pagado la última cuota de la deuda de Tailandia con el FMI –una deuda originada durante la crisis económica asiática. Al describir los dañs que habían causado a Tailandia las políticas del FMI impuestas a través de la condicionalidad de los préstamos, Thaksin felicitó a los ciudadanos tailandeses por esa "victoria" del pueblo y declaró "Nunca volveremos atrás a los días del FMI mientras yo esté en el cargo". Esta postura nacionalista ilustra precisamente el sentimiento anti-FMI que impulsó la izquierda y utilizó la derecha para llevar al poder al partido de Thaksin, el Thai Rak Thai, dos años antes.
Uno de los aspectos más importantes del ascenso del Partido Thai Rak Thai al poder en 2001, fue su capacidad para incluir en sus filas a prominentes figuras de las ONG y los movimientos sociales, así como a ex-cuadros del Partido Comunista de Tailandia (PCT). El nacionalismo vuelve a jugar un papel central para explicar cómo ex-cuadros del PCT pudieron terminar uniéndose a un partido político liderado por Thaksin, uno de los capitalistas más ricos del país. Como observara Ji Giles Ungpakorn:

"Por un lado, la vasta mayoría de ex-simpatizantes del PCT creyeron firmemente que el socialismo había muerto junto con la Guerra Fría y por eso lograron dejar atrás sus creencias. Por otra parte, los que todavía creían en alguna forma de sociedad socialista se sintieron simplemente tan cómodos trabajando junto a un partido dirigido por un empresario nacionalista como los que ya no creían en el socialismo. La explicación es que la política estalinista del PCT siempre enfatizó la importancia del nacionalismo y las alianzas de clase con los "capitalistas progresistas" por sobre la lucha de clases, especialmente durante lo que el PCT llamaba la "etapa nacional" de la revolución tailandesa". (2)

En última instancia estas alianzas políticas amplias permitieron al Thai Rak Thai canalizar el sentimiento nacionalista a favor de un proyecto político de amplio alcance, que apuntó a la reorganización radical del estado para servir mejor a los intereses de los "capitalistas progresistas". En el marco de este proceso, el nacionalismo de izquierda colaboró con la clase dominante para canalizar el descontento a través de un populismo anti-FMI, y de esta forma disminuir la posibilidad de que el propio sistema capitalista Tailandés fuera cuestionado. Ésa es precisamente la lógica que subyace al discurso anti-FMI de Thaksin de 2003, cuando explícitamente declaró la inseparabilidad del capitalismo y el nacionalismo "He dicho en muchas ocasiones que en los sistemas capitalistas y democráticos existe un elemento común entre los países capitalistas exitosos, es el sentido de nacionalismo". (3)

Amnesias nacionalistas
En las postrimerías de la crisis financiera asiática, hubo una percepción generalizada de que el gobierno de Chuan Leekpai se había vendido al FMI, dejando el camino preparado para la "colonización" del país. Esta visión fue epitomizada por Tienchai Wongchaisuwan (escribiendo bajo el seudónimo de Yuk Si-ariya), que argumentó que el ex Primer Ministro Chuan Leekpai ayudó a ampliar la hegemonía de los Estados Unidos en la década de 1990 al buscar el apoyo del gobierno de ese país y declarar su lealtad al FMI. (4) La hipótesis subyacente era que antes de la crisis asiática el capitalismo tailandés, operando dentro de la esfera del capitalismo regional asiático, se desarrollaba fuera de la órbita del imperio estadounidense, y que sólo fue objeto de un realineamiento imperial por parte del estado estadounidense a través del FMI, al que EE.UU. utilizó para imponer la reestructura neoliberal y la liberalización de la economía. Esta línea de pensamiento no toma en cuenta el proceso por el cual los capitalistas en Tailandia renegociaron, domesticaron y desplegaron la ideología neo-liberal como parte de su propia estrategia de clase dirigida a la militancia de la clase trabajadora. En realidad, la estrategia de clase del capital nacional fue precisamente utilizar al neoliberalismo para socavar el poder de la clase trabajadora, y a la vez utilizar el nacionalismo populista para movilizar el descontento de la clase trabajadora contra el FMI.
Como tantos otros mitos nacionalistas existe una amnesia histórica penetrante que filtra la visión de que la subordinación de Tailandia a los intereses estadounidenses solamente ocurrió después de la intervención del FMI al inicio de la crisis económica asiática. Mucho antes de que el Primer Ministro Chuan Leekpai fuera a rogarle con su sombrerito en la mano a los Estados Unidos, el régimen militar del dictador Field Marshall Sarit Thanarat, que tomó el poder en el golpe de estado de 1958, reconstituyó el estado tailandés como parte de su integración al imperio americano. Al jugar un rol directo en el proceso de "construcción de la nación", Estados Unidos se involucró en la creación de las principales agencias del estado, como la Oficina de Presupuesto de Tailandia, la Oficina Nacional de Estadísticas, el Directorio de Desarrollo Económico Nacional, el Directorio de Inversiones. (5) Esto facilitó un flujo de capitales estadounidense que posteriormente se vio reforzado por el papel de Tailandia como base económica y militar estratégica para la agresión imperialista de Estados Unidos contra Vietnam. De esta forma, mientras algunos historiadores interpretan el proyecto político de Sarit como un proceso para hacer al estado más "tailandés" (6), una interpretación más exacta sería que el golpe de Sarit "alineó los intereses estratégicos estadounidenses, los objetivos dictatoriales del ejército tailandés, y las ambiciones comerciales del capital nacional". (7) El apoyo militar y económico a la dictadura de Sarit y el rol directo de las agencias estadounidenses en la reorganización del estado tailandés marcaron el desarrollo de una fase temprana del alineamiento imperial. (8)
Este alineamiento imperial temprano también se puede apreciar en el rol del estado tailandés en la Conferencia Asia-África de 1955 en Bandung. El Ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia, Wan Waithayakon, no sólo usó la Conferencia para condenar la amenaza que representaba la infiltración y subversión comunista y para dejar claro su apoyo al uso de la agresión militar contra Vietnam del Norte, también transmitió los "saludos" del Presidente Eisenhower a la Conferencia de Bandung –un mensaje que fue interpretado como un consentimiento mesurado y una velada amenaza. (9) Contrariamente entonces al mito de que la Conferencia de Bandung fue un ámbito de expresión del anti-imperialismo del Tercer Mundo, los estados nación como Tailandia operaron dentro de la red imperial informal de los Estados Unidos, y durante los siguientes 50 años jugaron un rol crucial para reforzar y ampliar el alcance imperial estadounidense –un rol que todavía siguen cumpliendo.
El tercer texano
Una semana después de su discurso anti-FMI, Thaksin permitió a la CIA arrestar a un nacional indonés, Riduan Isamuddin (Hambali) en Tailandia por sospecha de actividades terroristas ligadas a Jemaah Islamiah (JI). Hambali ya estaba bajo custodia estadounidense fuera de Tailandia cuando Bush anunció su arresto y la recompensa de US$10 millones, y solamente después de esto Thaksin hizo su propio anuncio al público Tailandés –un acto que llevó a los grupos de derechos humanos a acusar a Thaksin de transformar al país en una "colonia estadounidense". La recompensa real llegó en octubre durante la cumbre de APEC, cuando Bush elogió a Thaksin por su "buen trabajo" en la captura de Hambali y anunció que Tailandia se beneficiaría con el "estatus de aliado principal extra OTAN" –que incluye acceso a municiones antitanques con uranio empobrecido y garantías del gobierno estadounidense para préstamos de bancos privados que financian la exportación de armamento. (10) Este nexo entre el libre comercio y el terror ejercido por el estado, se comprueba más fehacientemente en el compromiso de terminar de dar forma al Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Tailandia, como el segundo premio por el papel de Tailandia en el ejercicio del poder imperial por parte de Estados Unidos. La verdad es que el discurso de Thaksin en el Consejo de Negocios Estados Unidos-Asean en Washington en diciembre de 2001, resume adecuadamente el papel de Tailandia en el imperio informal: "En toda la era colonial, las guerras globales del siglo XX, y los conflictos dentro de Asia, Tailandia y los Estados Unidos han mantenido siempre una estrecha amistad y alianza. Eso no cambiará en los comienzos del siglo XXI". (11)
La identificación del líder nacionalista populista tailandés con el imperio estadounidense, está simbolizada por la respuesta de Thaksin en la recepción del Premio Humanitario Sam Houston en octubre de 2002, en la Universidad Estatal de Sam Houston en Texas, donde obtuvo su doctorado en derecho penal a fines de la década de 1970. (12) Al referirse al hecho de que James Baker II y el ex Presidente George Bush también fueron galardonados con ese premio en años anteriores, Thaksin declaró que: "Aunque soy el primer asiático en ganar este premio, pueden contar conmigo como el tercer texano, Me considero un texano –al menos en espíritu". (13)

En muchos aspectos, esta mezcla de comandante de policía entrenado en Texas y ejecutivo empresarial multimillonario transformado en primer ministro, encierra justamente el nexo del poder imperial estadounidense en la región, donde Tailandia es el asistente del alguacil y un sitio internacionalmente integrado de acumulación capitalista. Sin embargo, asegurar la continuidad de este régimen del Tercer Texano exigía mantener la legitimidad política a través de una agenda nacionalista que en algunos momentos pareció desafiar los intereses estadounidenses. Aunque los nacionalistas de izquierda en Tailandia vieron en esto el potencial para cuestionar la hegemonía estadounidense, las críticas al FMI y a la interferencia estadounidense formaron parte de la legitimación política que necesitaba el régimen de Thaksin para imponer sus políticas neo-liberales, que en última instancia favorecieron a los intereses imperiales estadounidenses.(14)
El nacionalismo y el estado de los ejecutivos
Una de las transformaciones neoliberales más importantes en el marco del régimen de Thaksin, fue la creación de un modelo de gobernanza del estilo de director ejecutivo de una empresa como la base para administrar el país. Siguiendo su experiencia como ex director ejecutivo de su propio conglomerado de telecomunicaciones Shin Corporation, Thaksin se promocionó agresivamente a sí mismo no como el primer ministro de un país, sino como el director ejecutivo de Tailandia S.A.. Un elemento crucial de esta reorientación estratégica de las instituciones del estado bajo el modelo de los ejecutivos, es la reconstitución de los gobiernos provinciales con el establecimiento de "ejecutivos" gobernadores en treinta provincias. Esto se consideró, en general, como la consolidación del poder propio de Thaksin al saltearse segmentos claves de la burocracia estatal. Como argumentara Weerayut Chockchaimadon, Tailandia se ha vuelto "solo una empresa más" y como "Thaksin no dirige Shin Corp como una democracia, tampoco dirigirá al país democráticamente". (15)

Si bien las críticas como las que que expuso Weerayut ponen al descubierto las ambiciones autoritarias de Thaksin y señalan las falencias políticas y éticas del modelo de gobierno de los "ejecutivos", existe una tendencia a no tomar en cuenta el efecto transformador que produce la "ejecutivización" del estado y los intereses particulares a los que sirve. La ejecutivización del estado es una forma de descentralización flexible que consolida el control central sobre las provincias a través de la armonización del sistema de administración del estado a nivel local. Al mismo tiempo refuerza la competencia de las provincias por las nuevas inyecciones de capital.
Este modelo se basa explícitamente en las estrategias corporativas del conglomerado agroindustrial Chaoren Pokphand (CP) que utiliza la competencia y el comercio intra firma para aumentar la productividad, maximizar las ganancias y mantener un control centralizado flexible. La aplicación de la estructura empresarial de CP al estado, coincide con la relocalización del capital dentro de Tailandia y la "financiación" de la agricultura, intensificando la compulsión de las provincias por competir entre ellas. Como argumentara el economista Pasuk Phongpaichit, un aspecto clave del modelo de ejecutivización promovido por Thaksin es "la ampliación y profundización del alcance de la economía capitalista nacional". En este contexto, Pasuk cita la propia aseveración de Thaksin de que "El capitalismo necesita capital, sin él no es capitalismo. Nosotros necesitamos impulsar el capital en las zonas rurales". (16) Para las empresas como CP, esta expansión en las áreas rurales se facilita cuando las autoridades regulatorias del estado usan las mismas estructuras ejecutivas de administración que la empresa, y permiten que ésta pueda implementar su estrategia agro-alimentaria orientada a la exportación. Esto se basa en la visión nacionalista de CP que considera a Tailandia como la "Cocina del mundo" –y que ahora se ha enraizado como una de las principales políticas del estado tailandés.

La predominancia de CP en la Tailandia rural se equipara cada vez más con su presencia urbana como propietaria de la cadena de supermercados Lotus [ed: CP se deshizo del control que tenía del capital de Lotus, pasándolo a Tesco para evitar problemas de flujo de caja después de la crisis financiera] y las tiendas de 24 horas 7-Eleven, y su poder global. Aunque su nombre es relativamente desconocido, CP es el mayor proveedor de alimentos para animales del mundo, y la quinta corporación agro-alimentaria del planeta, operando a través de más de 300 compañías en 20 países. Ubicada en la lista anual de Forbes entre las empresas de miles de millones de dólares, su Director Ejecutivo (CEO) Dhanin Charavanont, ejerce una gran influencia política para garantizar los intereses de la compañía en el exterior. Como inversor clave en alimentos para animales, agroquímicos, procesamiento de alimentos, motociclos, semillas y supermercados, en China, Dhanin mantiene lazos estrechos con la dirigencia política de Beijing (17) También mantiene lazos similares con la familia Bush, que incluyen la contratación del exPresidente Bush como consultor, y la creación de una joint venture con Neil Bush, el hermano de George W. Bush. (18) CP también colaboró con donaciones políticas, tanto con el Partido Republicano como con el Partido Demócrata, en Estados Unidos, con el objetivo de promover el ingreso de China en la OMC. (19) En el momento de realizarse las elecciones presidenciales estadounidenses en el año 2000, el Vice Presidente Ejecutivo de CP, Sarasin Viraphol fue citado en el People's Daily de Beijin declarando que los intereses de Tailandia se verían favorecidos en caso de ganar Bush el gobierno, especialmente por su postura sobre el libre comercio y China. (20)

La reorganización del estado a través del modelo de los ejecutivos de CP también es ejemplo de la privatización de las funciones del estado. En su libro "The Asian CEO" Korsak Chairasmisak, Vicepresidente y Presidente del Directorio Ejecutivo de CP y Director Ejecutivo de 7-Eleven, señala que la cadena 7-Eleven de CP fue la principal salida para la distribución al público en Bangkok del proyecto de constitución de 1997. Enfrentado al requisito legal que exigía que el proyecto constitucional estuviera disponible al público en un plazo de 45 días, se decidió que las tiendas 7-Eleven, con dos millones de clientes por día, tenían mayor acceso al público que cualquier agencia estatal. (21) Obviamente que favorecía a los intereses de CP garantizar que la nueva constitución se aprobara sin ningún contratiempo, ya que se trata nada menos que de una "carta de principios de los capitalistas modernos de Tailandia". (22) Esta relación que se establece con el estado pretende seguir vigente en el tiempo, mientras la ejecutivización del estado acerca aún más a las agencias del gobierno al modelo de gestión y operativo de las Tiendas 7-Eleven. Para Korsak esto forma la base de la futura gobernanza local, nacional y mundial.

"Yo tengo una visión del mundo contemporáneo en la cual éste es liderado por unas 1.000 mega empresas que extienden sus sucursales alrededor del mundo. Estas grandes corporaciones tendrán una gran influencia sobre la política socio-económica de muchos países y también sobre la vida de las personas comunes." (23)

Al describir el proceso político por el cual hacer realidad su visión, Korsak sugiere que la ejecutivización se relaciona fundamentalmente con un realineamiento y concentración del poder político y económico. Mientras describe a los políticos electos como depositarios de un "significado simbólico", usando el ejemplo de Japón, Korsak establece que:

"[Todo lo que el Primer Ministro puede hacer es persuadir a los empresarios de su país para que aumenten la inversión. Si se hace o no una inversión y cuánto se invierte, es una decisión que recae en última instancia en el Ejecutivo de la empresa en cuestión. El Ejecutivo es aquel a quien se le ha dado un mandato para "actuar" por la gente de otras sociedades. Al Ejecutivo se le ha confiado el control y la administración de los recursos productivos del mundo, tales como la mano de obra, el capital y la tecnología. El Ejecutivo como consecuencia, llega a tener un enorme poder para dirigir las tendencias de nuestro mundo". (24)
Los límites del nacionalismo
Al igual que sucede con la globalización, el proyecto político neoliberal de transformación del poder del estado a través de la ejecutivización es descrito en el discurso de la clase dominante como una "tendencia" –tanto inevitable como irreversible. Y como en el caso de la globalización, esta tendencia ha sido resistida a través de los movimientos populares organizados y las protestas de masas. Pero estos movimientos también enfrentan una limitación inherente y debilitante cuando el nacionalismo se convierte en el punto de referencia fundamental de la resistencia. Aunque el nacionalismo resulta lógico desde el punto de vista de crear conciencia popular, tiende a oscurecer más que a revelar lo que realmente sucede en el mundo en que vivimos, al institucionalizar amnesias históricas, justificar las alianzas con los capitalistas nacionales, y actuar en última instancia como medio para movilizar la resistencia popular, en formas que más que confrontar al capitalismo y al poder imperial de Estados Unidos lo refuerzan.
Lo más relevante de esto para los movimientos anti-globalización radica en el hecho de que el capitalismo se apropia de la defensa de lo "local" como medio de legitimarse. Esto está epitomizado por la llamada solidaria de Korsak Chairasmisak, el ejecutivo de CP y de 7-Eleven citado anteriormente, a la familia de tenderos tailandesa para que se conviertan en dueños de una tienda de 24 horas de 7-Eleven como forma de resistir las presiones de las corporaciones transnacionales. "Los apoyaremos para que sean tan fuertes como para resistir la competencia de las corporaciones multinacionales extranjeras que han comenzado a poner sus ojos en el negocio minorista de Tailandia". (25) El hecho que 7-Eleven (con oficinas centrales en Texas con 26.000 tiendas en 18 países) sea ella misma una corporación multinacional queda oculto, en tanto la empresa se reinventa como una compañía local que desafía los intereses de las multinacionales extranjeras. Esto es una muestra de los desafíos que presentan las estrategias de localización del capital internacional. La existencia de este problema sirve también como llamado de atención para los activistas que defienden las alternativas locales a la globalización, que deben tener en cuenta que las estrategias de "localización" deben basarse en un análisis de clase más coherente. En ausencia de un análisis de clase, y con la persistencia de la falsa dicotomía de capital "extranjero versus nacional", la defensa radical de lo local implica el riesgo de incorporar las estrategias de localización capitalistas –estrategias de clase que fragmentarán o desmovilizarán la resistencia popular.
12 de junio de 2006

* Hidayat Greenfield es activista e investigador laboral y organizador de sindicatos en el Este y el Sudeste de Asia, y es editor corresponsable de The Socialist Register.
Este artículo se basa en un ensayo más largo publicado en un volumen editado, The Empire Reloaded: "Bandung redux: Imperialism and Anti-Globalization Nationalisms in Southeast Asia", en Leo Panitch and Colin Leys (eds), The Empire Reloaded, The Socialist Register 2005. Londres: Merlin Press/Nueva York: Monthly Review Press, 2004, pp.166-196. Por mayor información visite el sitio: http://socialistregister.com

Notas
1. "Repayment of the Final Installment of Thailand's Debt under the IMF Programme", discurso de Thaksin Shinawatra, Primer Ministro de Tailandia, Casa de Gobierno, Bangkok, 31 de julio 2003.
2. Ji Giles Ungpakorn, "A Marxist history of political change in Thailand", in Ji Giles Ungpakorn, ed., Radicalizing Thailand: New Political Perspectives, Bangkok: Institute of Asian Studies, Chulalongkorn University, 200
3, pp.32-33.
3. "Repayment of the Final Installment of Thailand's Debt under the IMF Programme", discurso de Thaksin Shinawatra, Primer Ministro de Tailandia, Casa de Gobierno, Bangkok, 31 de julio de 2003.
4. Yuk Si-Ariya, "American imperialism and the war to usurp hegemony" en Phitthaya Wongkun, ed., Wikrit Asia (Asian Crisis), Segunda Edición, Bangkok, Amarin Publishing/Witthithat Project, 1999, pp.49-51.
5. Peter F. Bell, "Thailand's economic crisis: A new cycle of struggle," en Ji Giles Ungpakorn, ed., Radicalizing Thailand: New Political Perspectives, Bangkok: Institute of Asian Studies, Chulalongkorn University, 2003,
pp.55-57.
6. Thak Chaleomtiarana, Thailand: The Politics of Despotic Paternalism, Bangkok: Social Science Association of Thailand, 1979, pp.140-141
7. Pasuk Phongpaichit and Chris Baker, Thailand: Economy and Politics, Segunda Edición, Bangkok, Oxford University Press, p,131.
8. La lealtad de Sarit al imperio estadounidense fue satirizada por Khamsing Srinawk en "The Peasant and the White Man", donde un Hombre Blanco (White Man) se lleva el perro de un campesino –el viejo Somrit (Bronce)- y le promete al campesino entrenar a Somrit para que sea un obediente perro de guardia. Se trata de una parodia del retorno de Sarit del hospital Walter Reed en Estados Unidos. En la historia, el perro vuelve completamente ajeno al campesino, y se niega a comer comida simple. El campesino debe vestirse con sus mejores ropas y alimentar al perro con la mejor comida, pero Somrit, olvidándose de quien lo crió, se vuelve contra su dueño y lo muerde. Kamsing Srinawk, "The Peasant and the White Man", en The Politician and Other Stories, Tercera edición, Bangkok: Silkworm Books, 2001, pp. 70-80.
9. Discursos de las delegaciónes – Tailandia, Centre for the Study of Asian-African and Developing Studies, Colección de Documentos de la Conferencia Asia – África, 18-24 Abril, 1955, Jakarta: Agency for Research and Development, The Department of Foreign Affairs, 1983, p.111; "Eisenhower sends US greetings", Indonesian Observer, 20 de abril, 1955.
10. El régimen de Thaksin siguió en su escalada en la "Guerra del Terror" liderada por Estados Unidos, masacrando a 108 musulmanes en el sur de la ciudad de Pattani el 28 de abril de 2004, incluyendo la ejecución de 32 personas que habían buscado refugio en una mezquita de 400 años de antigüedad.
11. Citado en The Nation (Bangkok), 28 de febrero 2004. Esta cita fue usada en un artículo referente a la airada respuesta de Thaksin frente al informe sobre violaciones de los derechos humanos en Tailandia del Departamento de Estado estadounidense. En su respuesta, Thaksin sostiene que estas críticas transformaban a Estados Unidos en un "amigo inútil".
12. No mucho después de recibir este premio por sus "notables contribuciones a la humanidad " y al "empoderamiento de otros en pos de la igualdad entre los seres humanos", Thaksin autorizó una guerra contra las drogas " que le dio legitimidad a la violencia policial y tuvo por consecuencia 2.500 asesinados en unos pocos meses.
13. Thaksin fue el cuarto después del Secretario de Estado James Baker III en 1993, el ex-presidente polaco Lech Walesa en 1996 y el ex – presidente George Bush en 1998. Citado en Michael Graczyk, "Thai prime minister gets Texas university's highest award", The Associated Press, 23 de octubre 2002.
14. Como han argumentado Leo Panitch y Sam Gindin, el poder hegemónico del imperio estadounidense no necesariamente involucra "una transferencia de lealtad popular directa al estado "Americano" en sí mismo". En efecto, "el mayor peligro es que los estados dentro de su órbita se vuelvan ilegítimos en función de su articulación con el imperio". Leo Panitch and Sam Gindin, "Global Capitalism and American Empire", en Leo Panitch y Colin Leys, eds, The New Imperial Challenge, The Socialist Register 2004, Londres, Merlin Press,pp.32-33. Disponible en línea en: http://socialistregister.com
15. Weerayut Chokchaimadon, "Thailand faces prosperity and contradictions" (Tailandia enfrenta prosperidad y contradicciones), The Nation, 25 de setiembre de 2003.
16. Pasuk Phongpaichit, "A country is a company, a PM is a CEO", Seminario sobre "¿Hombre de estado o gerente? Imagen y realidad del liderazgo en el Sudeste Asiático, Centre for Political Economy, Chulalongkorn University, Bangkok, 2 de abril de 2004.
17. La licencia de inversión de CP en China es la Número 0001, indicando claramente su rápido ingreso a China bajo el nombre de Chia Tai. En abril de 2003, 21 trabajadores de una planta de procesamiento de productos avícolas de Chia Tai en la Provincia de Shandong murieron en un incendio que dejó al descubierto el régimen de trabajo brutal que impone CP en sus fábricas en China. Los trabajadores recibieron órdenes de mantenerse en sus puestos durante el incendio y fueron varios los que murieron más aterrorizados del castigo que podrían recibir de los gerentes de la empresa que del propio fuego. Ver "Twenty-one lives lost in 5 April blaze at the Qingdao Zhengda food factory" (Veintiún victimas mortales en el incendio del 5 de abril en la fábrica de alimento de Qindgao Zhengda), China Labour Bulletin, 12 de abril de 2003.
18. Dan E. Moldea y David Corn, "Influence Peddling, Bush Style" (Tráfico de influencias, el estilo de Bush), The Nation, 23 de octubre de 2000. Como se puede apreciar en una serie de informes de prensa (y avisos de página completa de la subsidiaria de telecomunicaciones de CP) en los medios tailandeses, la visita del ex presidente Bush a Tailandia, invitado por CP, en enero de 1994 después de su visita a China, generó el contexto para que surgieran llamados a una posición más conciliadora respecto de China y favorecer su ingreso a la OMC.
19. "10 Years After the Kader Factory Fire: Thailand's CP Group and Corporate Responsibility" (10 años después del incendio de la fábrica Kater: el Grupo CP de Tailandia y la responsabilidad corporativa), Asian Food Worker, Mayo-Junio 2003, pp.1;6; "CP and rights" (CP y derechos), The Nation (Bangkok), 15 de mayo de 2003.
20. "Thailand Benefits From Bush's Policies if He Wins in Election" (Tailandia se beneficia de las políticas de Bush si éste gana las elecciones), The People's Daily (Beijing), 10 de noviembre de 2000. Estos intereses hoy están articulados a través de la jefatura del Embajador Ejecutivo con sede en Washington que responde directamente a Thaksin como Ejecutivo del país.
21. Korsak Chairasmisak, The Asian CEO in Action, Bangkok: Post Books/DMG Books, 2003, p.140.
22. Ji Giles Ungpakorn, "A Marxist history of political change in Thailand", in Ji Giles Ungpakorn, ed., Radicalizing Thailand: New Political Perspectives, Bangkok: Institute of Asian Studies, Chulalongkorn University, 2003, p.17.
23. Korsak Chairasmisak, The Asian CEO in Action, Bangkok: Post Books/DMG Books, 2003, p.131.
24. Korsak Chairasmisak, The Asian CEO in Action, Bangkok: Post Books/DMG Books, 2003, pp.43-44.
25. Korsak Chairasmisak, The Asian CEO in Action, Bangkok, Post Books/DMG Books, 2003, p.146.