TALA Y QUEMA: AMENAZAS DE LAS ACTUALES NEGOCIACIONES DEL AMNA PARA EL DESARROLLO EN EL SUR

por Mary Lou Malig*

Las superpotencias comerciales están empeñadas en una carrera desenfrenada para cumplir los plazos que ellas mismas se fijaron en la 6ta Cumbre Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Hong Kong el pasado mes de diciembre. Desde entonces se han estado reuniendo en distintas formaciones y en diferentes lugares bajo distintas etiquetas. La semana del AMNA del 27 de febrero al 3 de marzo, se realizó al mismo tiempo que la plana mayor del G6 (1) se reunía en París (AMNA significa acceso a los mercados no agrícolas y cubre todos los productos "no agrícolas"). Más adelante, el G6 se reunió en Londres el 10 y 11 de marzo, y nuevamente hubo una semana completa de AMNA del 20 al 24 de marzo. A pesar de todas estas reuniones, parecería que los negociadores no lograrán cumplir con el plazo del 30 de abril en que estaba previsto concluir el conjunto de las "modalidades" para las negociaciones, tanto en Agricultura como en ANMA. Hasta el Director General de la OMC, Pascal Lamy, está preocupado. En su discurso en Bruselas ante la Comisión de Comercio Internacional, el viernes 24 de marzo, enfatizó la urgencia de cumplir con el plazo de abril y las consecuencias terribles que traería el hecho de no hacerlo. "No podemos seguir perdiendo tiempo. La posibilidad de alcanzar un acuerdo -que determinará si las negociaciones que comenzaron hace más de cuatro años son exitosas o si fracasan- se decidirá en los próximos 40 días". (2)

No obstante, esta situación terrible no significa que los países desarrollados se retractarán de sus actuales propuestas en el AMNA que, de tener éxito, conducirían no simplemente al recorte de los aranceles industriales de los países en desarrollo, sino a la tala y quema de las industrias del Sur.

 

 

Una fórmula suiza

El logro más importante de los países desarrollados en Hong Kong fue asegurar la fórmula Suiza con coeficientes para la reducción de los aranceles industriales (3). Muchos países en desarrollo habían impulsado una fórmula "tipo suiza" que redujera los aranceles pero en forma menos drástica. Además de la dura fórmula suiza, los países más poderosos ya habían ganado en el acuerdo "marco" de julio que adoptó el criterio de las reducciones línea por línea, que implica la aplicación del recorte a todos los productos, en lugar del criterio del recorte promedio que permite una mayor flexibilidad, (4) ya que deja margen a los países para decidir cuáles líneas de productos rebajar y cuáles mantener o incluso aumentar.

 

Más aún, los países desarrollados lograron introducir el enfoque del incremento no lineal para los aranceles no consolidados, lo que significa esencialmente que los aranceles no consolidados se consolidarán utilizando como punto de partida los aranceles aplicados. Los aranceles aplicados se incrementarán, luego se consolidarán y luego se reducirán aplicando la fórmula suiza acordada. Lo que todavía está en discusión es cuál será el incremento para los aranceles aplicados. Ésta es una concesión importante de los países en desarrollo, porque en función de las políticas de desarrollo muchos de sus aranceles no están consolidados y los que están consolidados lo están a un nivel alto, para permitirle a los países un mayor espacio para ajustar los aranceles de acuerdo a las necesidades de su economía. Habitualmente los aranceles aplicados son bajos para alentar las importaciones en un determinado sector, pero si la situación cambia, los gobiernos pueden subirlos utilizando el arancel consolidado como techo. Ahora, si los aranceles no consolidados son consolidados utilizando los aranceles aplicados como base, el resultado final muy probablemente será aranceles bajos que luego se reducirán aún más al aplicárseles la fórmula suiza acordada, dejando a los países en desarrollo con la peor parte del acuerdo.

 

La importancia de esto para los países en desarrollo radica en que pierden espacio para la aplicación de políticas de desarrollo y probablemente sufran la destrucción de sus industrias. Este drástico enfoque de reducción arancelaria es el primero de este tipo, ya que nunca antes se les había exigido a los países en desarrollo que hicieran recortes para todos los productos línea por línea. Y la consolidación de todos los aranceles impedirá a los gobiernos ajustar las líneas arancelarias en el futuro, en función de sus objetivos de desarrollo o en pos de un proceso de industrialización.

 

 

La carrera del AMNA

Sin embargo, en Hong Kong no se concluyó el trabajo, y como la meta es concluir la ronda a fines de 2006, las superpotencias comerciales establecieron la fecha del 30 de abril como el plazo final para la definición del conjunto de las modalidades para agricultura y AMNA. Por el conjunto de las modalidades se entiende en general todos los elementos que abarcará el acuerdo, es decir las cifras y la metodología. En el caso del AMNA, esto incluye una larga lista de puntos que van desde los coeficientes que se usarán pasando por la erosión de las preferencias (es decir la pérdida paulatina de acceso especial a los mercados del Norte con la que se benefician muchos países en desarrollo) y las barreras no arancelarias. (5) Pero el Embajador de Canadá Donald Stephenson, el nuevo Presidente de las negociaciones del AMNA, parece interpretar las cosas de otra manera. Él ha declarado que para el 30 de abril solamente hay tres cosas que importan:

 

– los coeficientes de la fórmula suiza

– las flexibilidades del párrafo 8, y

– el tratamiento de los aranceles no consolidados


Todo el resto, que en su mayoría son aspectos cruciales para los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA), tales como el tratamiento de los aranceles no consolidados de los países del "párrafo 6", el trato a las economías pequeñas y vulnerables, la erosión de las preferencias y las barreras no arancelarias, todo puede esperar hasta más adelante. Según el Presidente, estos tres elementos componen las "modalidades centrales" y deberían estar acordadas al 30 de abril. En su hoja de ruta para el acuerdo sobre las modalidades para AMNA, sin embargo, el Presidente fija el 30 de abril para el conjunto de las modalidades, pero posteriormente afirma que las modalidades que no son centrales pueden esperar hasta el 30 de julio.


El primer elemento, los coeficientes de la fórmula suiza, constituye un tema crucial ya que determina las reducciones arancelarias. Cuanto más bajo el coeficiente más abruptos los recortes. Los países en desarrollo han propuesto un coeficiente de 30, pero en las negociaciones de Londres los países desarrollados exigieron un coeficiente de 10, con un máximo de 15 para los países en desarrollo. E incluso se ha hablado de reducir a partir de los aranceles aplicados y no de los consolidados, como se estableciera originalmente en el acuerdo marco de julio. (6)

 

Las flexibilidades del párrafo 8 se refieren a las flexibilidades que establece el párrafo 8 del Anexo B del acuerdo marco de julio para los países en desarrollo (7). Estas flexibilidades incluyen: un período de implementación más largo para las reducciones arancelarias, la aplicación de recortes menores a los de la fórmula en hasta el 10 por ciento (8) de las líneas arancelarias, y el mantenimiento de algunas líneas arancelarias no consolidadas o la no aplicación de los recortes de la fórmula en hasta en el 5 por ciento de las líneas arancelarias (9).


Si bien estas flexibilidades son mínimas si se las compara con la dureza de la fórmula de reducción arancelaria, los países desarrollados continúan cuestionándolas. Los informes de la reunión del G6 recientemente realizada en Londres indican que los países desarrollados argumentaron contra la posibilidad de que el 5 por ciento de los productos sean exonerados de la reducción arancelaria de la fórmula o de la consolidación. Más aún, los países desarrollados acompañados por algunos países en desarrollo afines, continuaron insistiendo en que estas flexibilidades deben ligarse a la fórmula, mientras que muchos de los países en desarrollo ya hace tiempo que han declarado que las flexibilidades del párrafo 8 deben ser tratadas como una disposición independiente y no estar vinculadas a las negociaciones sobre la fórmula, ya que de lo contrario se corre el riesgo de que se debiliten. México y Chile han llegado incluso a ofrecer créditos o concesiones a cambio de que el resto de los países en desarrollo renuncien a las flexibilidades del párrafo 8.

 

Por otra parte, las discusiones sobre el tratamiento de los aranceles no consolidados no han mostrado mayores avances.

 

 

Simulación de un desastre

Para tener un panorama más claro de estas reducciones arancelarias, los Estados Unidos quedaron a cargo de realizar la simulación correspondiente para diez países: el G6 y cuatro más: Canadá, Egipto, Noruega y Malasia. Las simulaciones se hicieron en base a la fórmula suiza acordada, con cuatro coeficientes (2, 5, 10 y 15) para los países desarrollados y seis coeficientes (15, 20, 25, 30, 35 y 40) para los países en desarrollo. También se ensayó la fórmula ABI (10) y, para los países en desarrollo, se mostraron las variaciones cuando se aplican las flexibilidades del párrafo 8.

 

Los resultados de la simulación no pudieron ser más claros. Por ejemplo, incluso con un coeficiente de 40, utilizando la fórmula suiza y aplicando las flexibilidades del párrafo 8, Brasil y la India todavía tendrían que reducir sus aranceles consolidados en un promedio de 39,58% y 46,37% respectivamente, mientras que los Estados Unidos y la Unión Europea con un coeficiente de 10 solamente reducirían un promedio de 21,22% y 23,36% respectivamente.(11) Esto va contra la cláusula de reciprocidad asimétrica (o ‘menos que completa reciprocidad', en la jerga de la OMC) que consta en el acuerdo, que establece que el porcentaje de reducción en los países en desarrollo debe ser menor al de los países industrializados.

 

Y si hay algo que resulta evidente de las negociaciones de Londres, es que los países desarrollados pretenden que los países en desarrollo acepten un coeficiente tan bajo como 10 y sólo estarían dispuestos a aceptar un máximo de 15. Esto no solo es injusto para los países en desarrollo, contraviniendo el principio de no reciprocidad plena, sino que además significa un desastre para sus industrias. En una presentación ante la Comisión de Comercio de Bienes y Servicios y de los Productos Básicos de la UNCTAD, Sam Laird, asesor de la UNCTAD, advirtió sobre las consecuencias negativas que esto tendría para los países en desarrollo.


Utilizando la propuesta de los países desarrollados de un coeficiente de 10 para los países en desarrollo, según los cálculos de Laird los países en desarrollo podrían llegar a perder hasta un 41 por ciento de los ingresos por concepto de aranceles, una fuente de ingresos crucial para los estados. Más aún, Laird advirtió sobre el riesgo de que aumente el desempleo en distintos sectores: "las proyecciones muestran una pérdida significativa de puestos de trabajo, en particular en el sector automotriz, con pérdidas de un 10,4% para China, 5,6% para India, y 36,8% para el resto del sur de Asia, 6,6% en el Sureste asiático, 4,3% en Brasil, y 2,1% en América Central y el Caribe" (12)

 

 

¿El héroe llega demasiado tarde?

Para contrarrestar la agresión de los países desarrollados, un agrupamiento de países en desarrollo denominado "AMNA 11" elaboró una declaración muy dura el 20 de marzo. El AMNA 11, que en realidad está integrado por 10 países, Argentina, Brasil, Egipto, India, Indonesia, Namibia, Filipinas, Sudáfrica, Túnez y Venezuela, llamó a crear "modalidades en el AMNA que sean justas, equilibradas y favorezcan el desarrollo" denunciando que las propuestas de los países desarrollados amenazan con producir un "resultado falto de equilibrio y contrario al desarrollo". (13)

 

Al ser arrinconado contra la pared, el AMNA 11 fustigó a los países desarrollados al grito de "desarrollo real". Entre sus demandas están:

 

– el espacio de los países en desarrollo para la definición de las políticas que crean convenientes debería ser respetado, y su desarrollo debería estar al centro de las negociaciones, haciendo referencia a las demandas "desproporcionadas" de los países desarrollados.


– acceso real al mercado para los países en desarrollo eliminando las crestas arancelarias, los aranceles elevados y la progresividad arancelaria en los países desarrollados, diciendo que "Los coeficientes que proponen los países desarrollados para sí mismos, dejarán intactas un gran número de crestas arancelarias y la consiguiente progresividad arancelaria, y por tanto contravienen el mandato de Doha". (14)

 

– los principios de ‘menos que completa reciprocidad' y de trato especial y diferenciado deben ser defendidos


– la reducción arancelaria se debe realizar a partir de los aranceles consolidados y no de los aplicados. La propuesta de los países desarrollados de reducción arancelaria a partir de los aranceles aplicados en vez de los consolidados "no es aceptable" para el "AMNA 11".

 

– la necesidad de que se mantengan las flexibilidades, refiriéndose a las flexibilidades consagradas en los párrafos 8 y 6.

 

– niveles de ambición comparablemente elevados, tanto en el AMNA como en agricultura, en referencia al párrafo 24 de la Declaración Ministerial de Hong Kong.

 

– todos los países en desarrollo deberían beneficiarse en una ronda de desarrollo.


De todos estos temas que pusieron sobre la mesa, los dos más destacados son el de "no reciprocidad plena" y el Párrafo 24 de la Declaración Ministerial de Hong Kong.

 

Al presionar por la aplicación del principio de no reciprocidad plena, el AMNA 11 cuestiona el marco actual de las negociaciones, que se han centrado en encontrar los coeficientes para la fórmula suiza. Se tiran cifras de un lado y otro, 10, 15 y 30, mientras muchos ministros y diplomáticos de los países en desarrollo no saben lo que significan en realidad estas cifras. Recién ahora que han salido a luz los resultados de las simulaciones muchos comprenden la devastación que significaría para los países en desarrollo un coeficiente de 10, y hasta qué punto son justamente los países en desarrollo los que probablemente tengan que llevar la peor parte de los recortes. Para abordar este problema, el "AMNA 11" ha propuesto en cambio dar vuelta el sistema y hablar de recortes porcentuales, en vez de coeficientes, para que quede claro que serán los países desarrollados los que asumen las mayores reducciones y no los países en desarrollo. "Lo que hay que evaluar es la reducción porcentual que asumirán los países desarrollados, que tiene que ser mayor que la reducción porcentual que asuman los países en desarrollo". (15)

 

El segundo tema, el Párrafo 24, está siendo utilizado por el AMNA 11 para convocar a los países desarrollados a la acción. El párrafo 24 establece:

 "Reconocemos que es importante adelantar los objetivos de desarrollo de esta Ronda mediante mayor acceso a los mercados para los países en desarrollo tanto en la agricultura como en el AMNA. Con ese fin, encomendamos a nuestros negociadores que aseguren que haya un nivel de ambición en el acceso a los mercados para la agricultura y el AMNA comparablemente elevado. Esta ambición ha de alcanzarse de una manera equilibrada y proporcionada, compatible con el principio de trato especial y diferenciado"  (16)

 

Hoy el AMNA 11 utiliza este párrafo para exigir que los países desarrollados ofrezcan en agricultura lo que pretenden conseguir en el AMNA. Argentina, miembro del AMNA 11, presentó un documento sobre este tema en los grupos de trabajo del AMNA y de agricultura, titulado  "Implementación del Párrafo 24 de la Declaración Ministerial de Hong Kong". (17) En este documento, Argentina argumenta que es posible hacer comparaciones entre las negociaciones en agricultura y el AMNA en torno a cuatro elementos centrales:

  • – las fórmulas de reducción
  • – las flexibilidades y los productos sensibles
  • – los aranceles máximos y la relación entre los aranceles consolidados y los aplicados
  • – la simplificación arancelaria

 

El principal argumento de Argentina es que los países desarrollados han estado utilizando un criterio para la agricultura y otro muy distinto para AMNA, ya que exigen la reducción drástica de los aranceles industriales en los países en desarrollo, y no ofrecen prácticamente nada en agricultura. El documento ilustra este razonamiento aplicando los recortes propuestos en el AMNA a los aranceles agrícolas y viceversa. Los resultados son brutales: "En agricultura según la propuesta de la Unión Europea, para el mismo arancel de 35 por ciento, aplicando el recorte lineal propuesto del 45%, el resultado es un nuevo arancel del 19,25 por ciento. Este recorte lineal es equivalente al que se obtendría si se aplica la fórmula suiza con un coeficiente de 42,78" (18)

 

La misma observación vale también para las flexibilidades. Mientras los países desarrollados encuentran ilimitadas maneras de negarle a los países en desarrollo las flexibilidades del párrafo 8 en el AMNA, parece aceptable que la Unión Europea mantenga el 8 por ciento de sus líneas arancelarias calificadas de "sensibles", obteniendo una protección efectiva contra la reducción. Y si se le aplican los cálculos, este 8 por ciento, "protegería contra las reducciones a una cuota parte de las líneas arancelarias agrícolas y de los impuestas a las importaciones, mayor que cualquiera de las opciones disponibles para los países en desarrollo en las negociaciones del AMNA". (19)

 

 

El arrepentimiento llega recién al final

Parece que los países en desarrollo se han dado cuenta -quizás demasiado tarde- que cedieron en Hong Kong, e intentan revertir la pérdida.

 

Ahora se lamentan y exigen la aplicación del principio de no reciprocidad. Sin embargo, si hubieran pensando con claridad desde un principio, no deberían haber aceptado la fórmula suiza para la reducción arancelaria.  El principio básico de la fórmula suiza es que los aranceles más altos se rebajan más y por ende, como los países en desarrollo tienen aranceles más altos que los países desarrollados, en promedio, obviamente, serán los países en desarrollo los que lleven la peor parte de los recortes. Uno no puede más que inferir que algunos países en desarrollo aceptaron la fórmula porque pensaron que 1) obtenían a cambio una ganancia en agricultura que compensaba la entrega de las industrias o 2) que podrían conseguir un buen coeficiente para sí mismos, o 3) que sus industrias estaban en condiciones de soportar los recortes o que las podrían proteger haciendo uso de las flexibilidades.

 

En todos los casos, se equivocaron. En el primero, queda claro ahora que los países desarrollados no hicieron ofertas reales en agricultura. Se mantienen los subsidios y se conservan los productos sensibles.  Y por esto, los países en desarrollo pagan un precio enorme. En el segundo caso, incluso aunque la UE propuso coeficientes duales, unos para los países en desarrollo y otros para los países desarrollados, nunca existió la más mínima intención de hacer una verdadera concesión a los países en desarrollo. Estos coeficientes duales estaban acompañados de una advertencia; los países desarrollados los querían "a corta distancia" unos de otros. Y si los resultados de la simulación dan alguna indicación, los coeficientes "con corta distancia" entre sí determinarán que los países en desarrollo reduzcan un porcentaje mayor de sus aranceles que los países industrializados. La única forma en que estos coeficientes duales funcionen es que estén bien distanciados unos de otros, o siguiendo la terminología, "a larga distancia". Como analista comercial Martin Khor de la Red del Tercer Mundo lo ejemplifica: "un coeficiente de 10 para la UE significa que el país en desarrollo necesitaría un coeficiente de al menos 120 para que se cumpla el principio de reciprocidad asimétrica". (20)

 

En el tercer caso, ningún escenario funciona. Los países en desarrollo más grandes que confiaban que sus industrias pudieran asumir los recortes no esperaban que los países desarrollados impulsaran coeficientes de 10 a 15 o que los recortes se hicieran sobre los aranceles aplicados. Y en el caso de los países en desarrollo que contaban con hacer uso de las flexibilidades del párrafo 8 para proteger sus sectores sensibles, esa opción está en riesgo de desaparecer o volverse inútil.

 

Al verse arrinconados, los países en desarrollo se dan cuenta ahora el mal negocio que hicieron con el acuerdo de Hong Kong, y que si las negociaciones en el AMNA continúan en la dirección que los países desarrollados quieren, no habrá desarrollo en la llamada ronda de desarrollo.

 

 

Aún quedan cosas por hacer

Esta situación actual no es del todo inesperada. Los analistas comerciales y las organizaciones de la sociedad civil habían advertido a los países en desarrollo sobre los peligros del AMNA, incluso antes de que se firmara el acuerdo marco de julio en 2004. La declaración del AMNA 11 recoge muchas de las advertencias y exigencias de los grupos de la sociedad civil cuando se comenzó a negociar el AMNA.

 

Corresponde ahora que los gobiernos de estos países en desarrollo presten atención a la ciudadanía en cada uno de sus países y escuchen lo que estos grupos les han venido diciendo desde el principio. Al mismo tiempo, los sindicatos, las alianzas a nivel nacional, y otros sectores tienen que aumentar su presión en las ciudades capitales para exigir que sus gobiernos defiendan sus intereses. No es demasiado tarde todavía para detener estas negociaciones con el objetivo que no lleguen a destino e impedir la implementación de este mal acuerdo.

 

Si los países en desarrollo se mantienen firmes en su posición y se niegan a las exigencias de los países desarrollados, crece la posibilidad de que las modalidades del AMNA no estén listas al 30 de abril. Si fracasa esta fecha límite, será difícil que el resto de las fechas del cronograma se cumplan y que la propia Ronda culmine a fines del 2006. Y después del 2006, será prácticamente imposible concluir la Ronda. Como lo explica Lamy "ésta no es una fecha que los Miembros hayan elegido porque sí; no es una fecha que haya salido de la nada. Por el contrario es una fecha que se corresponde con la fecha en que expira  la Autoridad de Promoción del Comercio otorgada por el Congreso de los Estados Unidos". (21) Lo que quiere decir Lamy es que al caducar el plazo de la autoridad de la "vía rápida", se requerirá la aprobación del Congreso, y el Congreso estadounidense crecientemente proteccionista, difícilmente dé su visto bueno.


Lamy, en conjunto con los países desarrollados y algunos de sus amigos en el mundo en desarrollo, quisieran que el resto de los países en desarrollo piense que si la Ronda no concluye será un desastre para todos. Pero por el camino que ha transitado esta Ronda yendo de mal en peor, no hay ninguna señal de que en algún momento este acuerdo tenga algo que ver con el desarrollo. Los países en desarrollo deben despertar y ver la realidad: el verdadero desastre sería que esta Ronda anti-desarrollo efectivamente llegara a su fin.

 

* Mary Lou Malig coordina la campaña sobre comercio de Focus on the Global South


Notas
1. El G6 está integrado por los Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, India, Australia y Japón
2. Discurso del Director General Pascal Lamy, "Negociaciones de la Agenda de Desarrollo de Doha: Nos Acercamos al Momento de la Verdad". 23 de marzo de 2006

3. La fórmula suiza es una fórmula de armonización que acerca a los diferentes aranceles a un mismo nivel de referencia, lo que implica que se efectúen recortes mayores para los aranceles más altos. Los aranceles promedio de los países desarrollados son relativamente bajos, en tanto que los de los países en desarrollo son relativamente altos y se usan para proteger a sus industrias y obtener divisas.

4. Esto se conoce como "distribuir" el recorte, lo que significa que los países en desarrollo tienen la flexibilidad de elegir que productos recortar, mantener o aumentar, en tanto que cumplan con el arancel promedio. Esto les permite responder a sus propias prioridades de desarrollo a nivel nacional.

5. La erosión de las preferencias es uno de los temas que los países en desarrollo quieren abordar en las negociaciones del AMNA. Los programas de preferencias comerciales han permitido que algunos Miembros desarrollados de la OMC proporcionen acceso preferencial a ciertos países en desarrollo, en particular al G90 (países africanos y PMA). Este margen de preferencia será erosionado con la liberalización de los aranceles de la Nación Más Favorecida.

6. El párrafo 5 del Anexo B del Acuerdo Marco de Julio establece, "las reducciones o eliminación de los aranceles comenzará a partir de los aranceles consolidados después de que se apliquen plenamente las concesiones actuales".

7. Las flexibilidades del párrafo 8 solamente se aplican a los países en desarrollo que actualmente tengan más del 35 por ciento de las líneas arancelarias consolidadas en la OMC.

8. En el Acuerdo Marco de julio, el número 10 está entre corchetes, indicando que no existió acuerdo en este número.
9. El número 5 también está entre corchetes.

10. ABI se refiere a la propuesta de reducción de aranceles de Argentina Brasil e India. Utiliza una fórmula tipo suiza con coeficientes múltiples y se consideró como una fórmula menos ambigua.

11. JOB (06)/57 Grupo de negociación sobre Acceso al Mercado Simulaciones AMNA, 17 de marzo de 2006. Los resultados de la simulación del AMNA pueden descargarse en la página web del Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP)
http://www.tradeobservatory.org/library.cfm?refid=78854
12. Khor, Martin. "Big losses projected for Developing Countries from WTO's NAMA proposals." Servicio Informativo de la Red del Tercer Mundo sobre la OMC, 20 de febrero de 2006
13. Documento de sala, presentado por el grupo de países en desarrollo AMNA 11 al Grupo de negociación sobre Acceso al Mercado para Productos no Agrícolas, 20 de marzo de 2006
14. ibid, p.3
15. ibid, p.4
16. WT/MIN(05)/DEC Declaración Ministerial del Programa de Trabajo de Doha (Doha Work Programme Ministerial Declaration) adoptada el 18 de diciembre de 2005. La Declaración Ministerial de Hong Kong se puede encontrar en el sitio web de la OMC: http://www.wto.org/
17. Esta comunicación de Argentina se puede descargar en el sitio web de IATP: http://www.tradeobservatory.org/library.cfm?refid=80370
18. ibid, p.2
19. BRIDGES Weekly Trade News Digest – New Paper on Comparing AG, NAMA ambition stirs controversy in both negotiating groups – Vol. 10. Número 10, 22 de marzo de 2006.
20. Khor, Martin "Plenty of questions as WTO's NAMA negotiations resume" TWN Info Service on WTO and Trade Issues 8 March 2006
21. Discurso del Director General Pascal Lamy, "Negociaciones de la Agenda de Desarrollo de Doha: Nos Acercamos al Momento de la Verdad". 23 de marzo de 2006

 

 


 

 

Enfoque Sobre Comercio es editado por Nicola Bullard ([email protected]) .

Traducción: Alicia Porrini y Alberto Villarreal ([email protected]) para

REDES-Amigos de la Tierra Uruguay (http://www.redes.org.uy/)

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