por Aileen Kwa
GINEBRA; 31 de marzo de 2006: En la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales del 28 de marzo, el Director General de la OMC (DG), Pascal Lamy declaró: "Creo que el establecimiento de modalidades tal como ha sido previsto en la Declaración de Hong Kong, requerirá algún tipo de intervención ministerial durante la última semana de abril, con un plazo de seguridad en principios de mayo"
Fuentes de la Secretaría revelaron que Lamy no estaba seguro sobre la voluntad de los ministros del G6 (Estados Unidos, la UE, India, Brasil, Japón y Australia) de adelantar las negociaciones. Sin embargo, como se trata de un DG muy proactivo, está tratando de presionar a los ministros para que hagan los movimientos que él considera necesarios.
Este llamamiento a la "participación ministerial" tomó por sorpresa a los especialistas en comercio que están en Ginebra. Dado que según la mayoría de las fuentes no surgió nada trascendente de la mini-Ministerial del 10 y 11 de marzo en Londres, la mayoría de los funcionarios de comercio aquí han trabajado sobre la hipótesis de que el plazo de abril para el establecimiento de las modalidades estaba en discusión.
En los corredores se rumorea que entre el 29 de abril y el 2 de mayo tendrá lugar una ministerial de "sala verde" en la que participarían entre 20 y 30 ministros [a las reuniones denominadas de Sala Verde se asiste por invitación solamente, y no están abiertas a todos los miembros]. Si esto sucede y si se logra algún tipo de consenso, se convocará a la brevedad a una reunión del Consejo General para que avale ese paquete. A los países cuyos ministros no estén en la ciudad, o que estén excluidos de las negociaciones de Sala Verde, les resultará muy difícil, por no decir imposible, romper el consenso. Las fuentes de la Secretaría han dicho que no hay confirmación aún de que efectivamente se convoque a esta mini-Ministerial. Es posible que no haya una decisión firme hasta bastante avanzado el mes de abril, dependiendo de cuál sea el estado de las negociaciones para ese entonces.
Dada su importancia, el asunto de los procedimientos debería haber sido puesto a consideración de todos los miembros de la OMC. Sin embargo, no ha sido así. Además Lamy, al referirse vagamente al proceso de fines de abril, y al no haber proporcionado ni siquiera una fecha en la cual se tomará una decisión firme, está avalando en los hechos que un pequeño grupo de ministros sea quien tome la decisión, y que lo hagan cuando lo crean conveniente. A menos que se les avise con suficiente antelación, la mayoría de los ministros, en vistas del actual estancamiento de las negociaciones, sacará la conclusión de que no tiene sentido utilizar recursos que son escasos para viajar a Ginebra por una semana o más entre fines de abril y principios de mayo, especialmente teniendo en cuenta que los ministros tienen que venir con un contingente de expertos técnicos. Por otra parte, la mayoría de los ministros seguramente tampoco tenga ninguna seguridad de que van a poder ingresar a las negociaciones de sala verde. Solamente aquellos que son invitados específicamente pueden entrar a las reuniones de sala verde durante las conferencias ministeriales. Los que no son invitados e intentan ingresar son rechazados. El G6 por su parte, quizás defina una semana antes del 30 de abril su pretensión de negociar en Ginebra y posiblemente concluir un acuerdo similar al paquete de julio de 2004.
Las negociaciones de julio de 2004 tuvieron lugar con la presencia de apenas un pequeño número de ministros de países en desarrollo. Este paquete fue negociado en una serie de reuniones nocturnas de sala verde, y recién después se puso a consideración de los miembros en el Consejo General. La mayoría de los funcionarios de comercio asume que éste es el escenario que quiere recrear Lamy.
Además, si en ese momento Lamy fuera acusado de ser antidemocrático, el DG simplemente podría responder que él hizo efectiva la invitación a todos los ministros el 28 de marzo, por lo que su ausencia simplemente indica su consentimiento.
La falta de reglas en los procedimientos perjudica a los débiles
Ante la carencia de reglas claras de procedimiento (o mejor dicho, cuando la dirección de la institución hace las reglas a medida que transcurre el juego), aquellos países que tienen un número pequeño de funcionarios de comercio y pocos recursos financieros, y aquellos que son vulnerables a las presiones políticas, son justamente los que pierden. En contraste, en las Naciones Unidas se da a conocer el cronograma de las reuniones ministeriales con una antelación de meses, y hasta de años. Los parámetros de las negociaciones también están claros, y el proceso mediante el cual se llevarán adelante las negociaciones es conocido por todos y está abierto a todos.
Al iniciar un proceso en el cual, por la vía de los hechos, solamente los miembros que cuentan con mayores recursos pueden asistir a Ginebra -para mantener una vigilia en caso de que las grandes potencias dedican avanzar- Pascal Lamy está contradiciendo el proceso de "abajo hacia arriba" que él mismo promociona, ya que el "abajo" estará en gran medida ausente. En su calidad de DG, es su responsabilidad ser justo con todos los miembros y asegurar que cualquier proceso que se inicie, permita efectivamente la participación plena de todos. En este caso se debió haber tomado una decisión mucho antes para indagar si la mayoría de los ministros estaban dispuestos y podían asistir a Ginebra. A fines de abril debería participar la totalidad de los ministros, o al menos casi todos, o de lo contrario no debería haber participación ministerial. Lamy ya debería haber indicado uno u otro escenario en la reunión del Comité de Negociaciones Comerciales, o al menos debería anunciar una fecha en la cual se adoptará la decisión, de forma tal que no tome a la mayoría por sorpresa.
Al decir de un funcionario de comercio de un país africano cuyo ministro participa generalmente en las reuniones de sala verde:
"No creo que podamos echarle la culpa a Lamy por ser injusto. Cuando hizo el anuncio en el CNC nos puso a todos en alerta. Nos corresponde a cada uno de nosotros informar a nuestros ministros, y si no lo hacemos, no hay que culparlo a él".
Sin embargo, la realidad de la mayoría que normalmente es excluida se evidencia en los comentarios de un delegado de un pequeño país del Caribe.
"Si se les dice a los ministros, especialmente de los países que tienen recursos restringidos, que tendrán que estar en Ginebra en una semana, es muy poco probable que puedan hacer los malabarismos necesarios para acomodar sus agendas organizadas con meses de anticipación y conseguir la aprobación necesaria para utilizar el dinero de los contribuyentes para asistir a una reunión de improviso en Ginebra. Además, ni siquiera existe una señal clara de que vaya a haber una reunión. Uno no puede sacar a un Ministro de sus obligaciones en su país para que asista a una reunión que quizás tenga lugar en algún momento en un período de tiempo desconocido para la mayoría.
"Habrá una semana de Ginebra del 24 al 28 de abril. Los funcionarios de la capital estarán allí, pero probablemente sus boletos estarán marcados para retornar a sus hogares el 29 o el 30 de abril. Sería difícil justificar ante las respectivas administraciones y departamentos del tesoro su estadía durante una semana más a comienzos de mayo, en función de que quizás tenga lugar una reunión ministerial dentro del "plazo de seguridad". Por otra parte, los participantes de la semana de Ginebra no son ministros y puede ser que no sean invitados a pequeñas reuniones ministeriales".
Mayoría enojada por ser marginada
Esta situación no es más que otro síntoma de la situación actual, en la que las negociaciones centrales tienen lugar sólo entre seis miembros (el G6 está compuesto por los Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, la India, Australia y Japón, ver otros artículos a continuación). En realidad, la última "mini-mini-Ministerial a la que asistió Pascal Lamy, que tuvo lugar en Río de Janerio el 31 de marzo y el 1 de abril, fue solamente entre tres miembros: Brasil, Estados Unidos y la UE.
La exclusividad ha provocado el enojo de muchas delegaciones en Ginebra. Muchos son los que se han quejado, porque si bien estas reuniones informales eran toleradas en el pasado, y se interpretaban como complementarias al proceso central de negociaciones, actualmente la dirección de la OMC actúa como si estas reuniones fueran un pilar central del proceso de negociaciones. "Una vez se llegó incluso a cancelar todas las consultas en la OMC porque había una reunión del G6", destacó un negociador africano. Otro funcionario también africano, se lamentó de que al resto de los miembros sólo se los invite a reuniones meramente informativas con el objetivo de dar a conocer los resultados de estas reuniones informales, pero a esos miembros que fueron excluidos no se les consulta sobre los temas discutidos o incluidos en el proceso de toma de decisiones. "A nosotros simplemente se nos informa" declaró el funcionario.
Como resultado de esta marginación, las preocupaciones de los países en desarrollo no se tienen en cuenta. Un problema clave es el de la "erosión de las preferencias", que el G90 (África, el Caribe y los países menos adelantados -PMA) quieren incluir en las modalidades, pero hasta el momento no ha habido el menor avance. Los más poderosos solamente están interesados en ofrecer asistencia, pero los países africanos ya han dicho que es inaceptable. Ellos quieren una solución comercial a la erosión de las preferencias.
También el G33, que representa a 42 países preocupados por la seguridad alimentaria y las formas de sustento de los agricultores, está en contra de aceptar un paquete del G6 como un hecho consumado. En una fuerte declaración presentada en la reunión del CNC del 28 de marzo en la que protestaron por haber sido excluidos dicen:
"Nos gustaría enfatizar la importancia de elaborar un consenso a través de un proceso de abajo hacia arriba, que garantice la transparencia, la inclusión y la participación efectiva de todos los Miembros. Queremos subrayar que la falta de un sentido de propiedad del proceso conlleva un grave riesgo de fracaso para la organización". (1)
El G33 también dejó constancia de su desaprobación ante el hecho de que "un grupo muy pequeño" juegue un papel desproporcionado a la hora de definir la dirección del proceso.
"Creemos que las necesidades específicas de los países en desarrollo están siendo permanentemente socavadas y que están en peligro de ser marginadas en las actuales negociaciones sobre Agricultura. Es nuestra opinión ponderada que esta tendencia contradice abiertamente la Agenda de Desarrollo de Doha". (2)
En una línea similar, en un artículo publicado en el Financial Times el 28 de marzo, el Ministro de Zambia Depak Patel (coordinador de los PMA en la OMC) citó la carta de Bob Geldof al FT del 10 de marzo:
En su carta al Financial Times del 10 de marzo, Bob Geldof caracterizó la exclusión de África de las reuniones del Grupo de los Seis -que involucran a los Estados Unidos, la Unión Europea, la India, Brasil, Japón y Australia- como una actitud de arrogancia y una afrenta. No solamente se ha excluido a toda África de las conversaciones del G6 sino también a los PMA, lo que solamente deja en evidencia el dilema al que se enfrentan los países que son marginados de las negociaciones comerciales: somos débiles porque somos marginados y somos marginados porque somos débiles". (3)
Si bien Lamy se autoproclama como el adalid de un proceso de negociación de abajo hacia arriba, la historia en la interna es completamente distinta. Las negociaciones más críticas se realizan solamente entre seis miembros (a lo sumo 20 o 30 miembros en una posible reunión de sala verde a fines de abril), y los procedimientos de la negociación se hilan en el último minuto, negándole una vez más a la mayoría la igualdad de oportunidades para participar.
*Aileen Kwa es analista política en Focus on the Global South y está radicada en Ginebra.
1.Declaración del G33 ante el CNC, 28 de marzo de 2006. Ver además Khor, M, 30 de marzo de 2006 "Developing Countries Voice Concern On State of WTO Talks", SUNS #5997.
2. Ibid.
3. Patel, D. 28 de marzo de 2006 "The Rich Are Still Cheating Developing
Countries", Financial Times.
Enfoque Sobre Comercio es editado por Nicola Bullard ([email protected]) .
Traducción: Alicia Porrini y Alberto Villarreal ([email protected]) para
REDES-Amigos de la Tierra Uruguay (http://www.redes.org.uy/)
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