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El
Grupo de Trabajo sobre Propiedad Intelectual (GTPI), de la Red Brasileña por la
Integración de los Pueblos (REBRIP), junto con las organizaciones que firman
abajo, manifiestan su solidariedad con el pueblo de Tailandia, en especial con
aquellos que luchan por la garantía del derecho a la salud y del acceso a los
medicamentos.

Después
de la implementación del Acuerdo sobre los ADPIC de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), el sistema de patentes empezó a tener severas implicaciones
para garantizar el acceso a los medicamentos en el mundo principalmente en los
países en desarrollo.
Las grandes compañías farmacéuticas tienen el legítimo derecho de competir en
el mercado internacional. Sin embargo, es mucho más legítima la autonomía de
los países de establecer políticas orientadas a ampliar el acceso a los medicamentos.
Por eso, cabe a las naciones soberanas evitar los abusos del sistema propuesto internacionalmente y
que en la actualidad favorecen sólo los intereses privados.
En ese sentido, debemos apoyar la medida adoptada por el gobierno de Tailandia,
relacionada a la salud pública, que emitió licencias obligatorias como por
ejemplo para medicamentos antirretrovirales como el Efavirenz (Merck) y el
Kaletra (Abbott) entre otros, usados en el tratamiento de personas que viven
con VIH/SIDA, con el objetivo de continuar garantizando la salud y la vida de
la población.

Esta iniciativa esta en concordancia con las reglas internacionales de comercio:
Acuerdo sobre los ADPIC y Declaración de Doha de la OMC sobre ADIPC y Salud
Pública; además de ser una medida que fue ampliamente usada otrora por países
desarrollados como
los Estados Unidos y Canadá.
La medida también está en correspondencia con el Sistema Internacional de
Derechos Humanos y, por eso, debe ser apoyada por organismos internacionales como
la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial del Comercio
(OMC) así como por países en desarrollo, incluso Brasil. Es inadmisible que la
Abbott, compañía farmacéutica transnacional, pretenda incidir en la política de
salud de un país, en este caso Tailandia, por medio de retaliaciones
unilaterales que incluyen, por ejemplo, la retirada de pedidos de registro para
nuevos productos
Actitudes como esas revelan los abusos suscitados por situaciones de monopolios
absolutos amparados por las reglas del Acuerdo sobre los ADPIC y revelan los
límites del actual sistema de patentes, basado exclusivamente en la obtención
de lucros en detrimento de la vida de las personas.
El momento es de unión entre todos los que defendemos el uso de las flexibilidades
del ADPIC que son de interés para la salud
pública, como
es el caso de la licencia obligatoria. Es necesario denunciar públicamente la gravedad
de la actitud de la Abbott, que perjudica y no respeta a la población
tailandesa.
El apoyo irrestricto a Tailandia significa el apoyo a la soberanía de todos los
países que consideren el derecho a la salud por encima del lucro de las compañías farmacéuticas
transnacionales.