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PONIENDO
A PRUEBA LA CREDIBILIDAD DE LAS ONG

Respuesta
de Bundeskoordination Internationalismus (BUKO) al documento político
sobre el G8 presentado por algunas ONG (1)

En
marzo de 2007, más de 40 Organizaciones No Gubernamentales
firmaron un documento político para presentar a la Cumbre del
G8 en Heilingendamm, donde se pide a los gobiernos del G8 que cumplan
con una serie de demandas que abarcan distintos temas, por ejemplo,
cambio climático y recursos, comercio mundial o asistencia
para el desarrollo en África. Somos contrarios al enfoque
político y el contenido de ese documento político,
porque rompe el consenso logrado por una amplia alianza de
organizaciones movilizadas para las protestas en Heiligendamm. El
elemento central de ese consenso es deslegitimar al G8, en lugar de
presentarle demandas a este organismo -desde la A de África
hasta la Z de zona de libre comercio.

La
orientación del documento representa un retroceso político.
Las transformaciones sociales radicales que son necesarias no pueden
alcanzarse solamente con "buenos argumentos", las exhortaciones a
los actores estatales se han demostrado ineficaces. El documento da
por sentado que los gobiernos podrían y deberían
convencerse de cambiar el mundo para mejor. Los gobiernos y el G8
aparecen entonces como parte de la solución y no como parte
del problema. Las estructuras económicas y políticas
del orden mundial que son aplicadas y preservadas por los gobiernos
no se mencionan en el documento. En lugar de criticar la
concentración de poder y las relaciones de poder subyacentes,
estas estructuras son avaladas por las demandas.

Las
ONG que firman este documento político retroceden respecto de
la crítica y la reflexión sobre su propio rol realizada
en los noventa, y algunas están absolutamente conscientes de
ese debate, y por ende se convierten ellas mismas en parte de las
estructuras de poder.

A
continuación se presentan tres ejemplos que muestran la
orientación problemática del documento.

La
exigencia de una política diferente en materia del clima
refleja básicamente la implementación del protocolo de
Kioto y un uso eficiente de los recursos. Esta postura mantiene las
estructuras dominantes existentes en vez de exigir un "cambio de
rumbo" más radical. Las ONG que firman el documento le
sirven a la propaganda gubernamental. El gobierno alemán
pretende liderar el camino en el plano internacional en el área
de protección del clima -sin embargo, en al ámbito
nacional y dentro de la UE promueve los intereses de la industria
automotriz alemana. El cambio climático no es fundamentalmente
un tema ecológico sino un problema social y político.
Las políticas gubernamentales forman parte de la competencia
por los recursos naturales y por un medioambiente adaptado a la
apropiación capitalista. No cuestionan los patrones de
producción y consumo que rigen en la actualidad y las
relaciones de poder asociadas. Una política energética
y frente al cambio climático radicalmente distinta no se funda
en esperanzas de una nueva percepción de la parte de los
gobiernos y las empresas de energía, sino que se centra en
fuentes de energía alternativas, verdaderamente
descentralizadas.

El
capítulo referido a los recursos en el documento revela su
coherencia con la visión de los poderosos. Textualmente dice
que: "Se acabaron los días de la materia prima barata". En
realidad los "recursos baratos" nunca existieron, por el
contrario, la gente que vive en los países de origen siempre
ha pagado un precio alto por "nuestros recursos".

Las
ONG reclaman que los gobiernos del G8 deben rever sus políticas
respecto de África y prestar más atención a las
políticas distributivas y al fortalecimiento del rol de la
sociedad civil. Adoptar la terminología progresista del
discurso actual del desarrollo en realidad oculta que su principal
objetivo es la explotación de los recursos, y que el principal
problema es el tipo dominante de integración al mercado
capitalista mundial, que seguirán promoviendo los gobiernos
del G8. En vez de abrevar en el paternalismo del desarrollo, hay que
tener en cuenta las luchas sociales y derivar de ellas alternativas
profundas.

La
regresión política finalmente se vuelve evidente en el
hecho que los éxitos del movimiento anti-globalización
no se mencionan. En realidad, la dinámica social y la urgencia
por la transformación surgen principalmente de las protestas
en Seattle y Génova, los Foros Sociales, las campañas y
la auto-organización de movimientos. En contraste, el enfoque
político del documento en cuestión sugiere que el
desacuerdo entre el sistema existente -o sus representantes
políticos-y sus críticos es solamente sobre detalles,
pero que existe un consenso general sobre los objetivos y el rumbo de
las transformaciones necesarias.

No
iremos a Heiligendamm solamente a exigir promesas al G8 para tener
luego que recordárselas en dos años. Esto sería
contraproducente y las protestas que hemos planificado serían
socavadas por estas demandas diluidas.

Iremos
masivamente a Heiligendamm a bloquear al G8.

Bundeskoordination
Internationalismus (Coordinación Federal del Internacionalismo
en Alemania, BUKO)

Notas

(1)
Testing the Credibility of the powerful: concrete action for
environment and development! – Declaración política
de Organizaciones No Gubernamnetales internacionales para la cumbre
del G8 en Heiligendamm (6 – 8 junio 2007)
http://www.forum-ue.de/fileadmin/userupload/positionspapiere/g8_ngo_policypaper.pdf