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por Aileen Kwa

 

“Nos rendimos” se lamentaba un diplomático de Namibia. “Firmamos el 12 de diciembre. Fue demasiada presión. El sector privado consideró que se vería muy afectado. En términos de mercados, iban a perder el acceso para la carne, las uvas, el pescado y sus derivados”.

“El poderío político y económico de la Comisión Europea [CE] es en sí mismo una amenaza y una presión en las negociaciones”, explicaba en declaraciones realizadas desde el anonimato.

“Cuando se negocia con una contraparte más fuerte, se termina siendo apenas receptor de importaciones. Se utilizan tácticas intimidatorias cuando se nos dice o “firman o pierden el mercado”, declaró.

Hasta último momento, el gobierno de Namibia intentó resistir las presiones, tanto de su propio sector privado como de la UE. Incluso a fines de la semana previa a firmar el acuerdo, el ministro de comercio Ngatjizeko declaraba en forma categórica que las exigencias que imponía el EPA (Acuerdo de Asociación Económica) a Namibia “eran inaceptables”.

 

Insistía en que el EPA debía ayudar a la “integración regional y no a desintegrar” la región.

 

“Cometimos muchos errores” dijo el diplomático a IPS. “No hubo una coordinación adecuada con los países del África, el Caribe y el Pacífico (ACP). La CE logró fragmentar al ACP, no sólo en términos de regiones, sino también dentro de las regiones.

La Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC por sus siglas en inglés) está integrada por 15 países. “Antes recibíamos de la UE ayuda para el desarrollo para la región como un todo, ahora solamente siete países de SADC (los que son parte del EPA de la SADC con la UE) recibirán asistencia para el desarrollo que se relaciona con los EPA. Esto tendrá ramificaciones”.

También está prevista la formalización del área de libre comercio en el interior de la SADC en 2008. Está por verse cómo funcionará esto, ya que algunos países son firmantes de los EPA, y otros como Angola ha decidido no firmar el EPA.

 

El diplomático namibio se apuró a agregar que si bien el país había firmado el EPA provisional el 12 de diciembre, lo había hecho con reservas expresas sobre ciertas cláusulas. “Si estas reservas no se solucionan satisfactoriamente en la siguiente fase de las negociaciones, podemos decir que no estamos en condiciones de ratificar el acuerdo final y optaremos por salirnos. Pero en el entre tiempo, necesitamos hacer otras cosas, como encontrar mercados alternativos”.

 

El problema es que Namibia, Lesoto, Botsuana, Suazilandia y Sudáfrica tienen una unión aduanera – la Unión Aduanera de África del Sur (SACU por sus siglas en inglés) creada en 1910. Lesoto, Botsuana y Suazilandia firmaron el EPA de la SADC que contiene cláusulas que Namibia no comparte.

Una de estas cláusulas restringe los requisitos de contenido local en el sector de la industria manufacturera. Para apoyar a su industria nacional, Namibia no quiere eliminar ninguna ley que exija a los inversionistas el uso de insumos producidos a nivel local. Otra de las cláusulas tiene que ver con el congelamiento de los impuestos a las exportaciones. La CE no quiere que los países ACP apliquen impuestos a las exportaciones. Namibia, sin embargo, quiere poder utilizar los impuestos a las exportaciones con toda libertad para desalentar la exportación de materias primas y estimular las industrias a nivel nacional y agregar así valor a los productos antes de exportarlos.

La CE solicitó a los países de la SADC que le otorguen el mismo nivel de acceso al mercado que la SADC les brinda a otros socios importantes. Actualmente, la SADC tiene acuerdos de libre comercio con India y el MERCOSUR, (el Mercado Común del Sur, el área de comercio que incluye a Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay).

Si los términos de acceso al mercado fueran más favorables en éstos u otros acuerdos comerciales futuros, ese mismo nivel de liberalización debería extenderse también a la Unión Europea (UE).

El EPA de la SADC también establece que los productos que ingresan en un país firmante del acuerdo, también deben poder trasladarse libremente a cualquier otro país signatario. Sin embargo, la SADC no formalizó todavía su propia unión aduanera. Existen aún problemas que deben ser resueltos al interior del bloque.

 

A diferencia de otros países que han sucumbido y firmado los EPA provisionales, Senegal, en África Occidental, sigue oponiéndose firmemente a los EPA. Un experto de Senegal, que no quiso dar a conocer su nombre, comentó la firme posición del Presidente Abdoulaye Wade en la Cumbre África-UE realizada en Lisboa a comienzos de esa misma semana.

“Simplemente reflejó la posición de nuestro país. El sector privado, la sociedad civil, el Parlamento y la oposición, todos se oponen a los EPA. En este momento ingresar a un EPA supondría un montón de problemas para nuestra economía. Abriría nuestros mercados a los productos de la UE, varios de ellos subsidiados”, declaró el experto senegalés.

“Senegal es un país menos adelantado. Nuestra agricultura e industrias no están en condiciones de competir con la UE en un campo de juego nivelado. En la siguiente fase de las negociaciones de los EPA, también nos veríamos obligados a incluir las inversiones, la competencia y las compras gubernamentales, todos temas que han sido rechazados en la OMC (Organización Mundial del Comercio).

“Los EPA van más allá que la OMC, son OMC-plus. Por otra parte, en lo referente a cooperación para el desarrollo, no estamos seguros de que lo que esté sobre la mesa pueda compensar el impacto negativo de la liberalización”, declaró.

También destacó los problemas que implica un EPA para la región de África Occidental, en particular para la Unión Monetaria y Económica de África Occidental. (WAEMU por sus siglas en inglés). Esta unión monetaria está integrada por ocho miembros -Senegal, Benín, Burkina Faso, Costa de Marfíl, Malí, Níger, Togo y Guinea Bissau.

De ellos, sólo Costa de Marfil firmó un EPA provisional, intentando salvaguardar sus exportaciones de bananas a la UE. El país es el principal productor dentro de la Unión, dando cuenta del 40 por ciento de su producto bruto interno.

Según el experto senegalés, “La adhesión de Costa de Marfil a este EPA provisional tendrá obviamente impactos importantes en la WAMU”. Dado el alto nivel de integración económica de la región, los productos de la UE que ingresen a Costa de Marfil fácilmente encontrarán su ingreso a otros países de la WAMU.

“No creo que hayan hecho (la UE) una evaluación del impacto sobre la integración regional” declaró.

 

También destacó las tensiones que generaron las negociaciones del EPA en las negociaciones de la OMC. “Colocaron a los PMA (países menos adelantados) en una posición muy complicada en la OMC. Desde la reunión ministerial de Hong Kong en 2005, los PMA han venido solicitado acceso sin cupos y libre de impuestos a los mercados de todos los países desarrollados.

“En el marco del EPA, el acceso a los mercados libre de impuestos y libre de cupos arancelarios es recíproco. Ahora los demás países en la OMC van a decir, ‘Ustedes le dieron esto a la UE, ahora también tienen que darnos algo a cambio’.

“Así que hay muchas preguntas sin respuesta y una gran incertidumbre”, concluyó.

Kenia también firmó un EPA, junto con otros países de la Comunidad de África del Este. Un diplomático comercial de Nairobi, refiriéndose a las amenazas que representan los EPA para África, resumió su posición de la siguiente manera: “Dicen que el amor es ciego. Seguramente esto sea amor, porque avanzamos sin saber adonde vamos”.

Las organizaciones de la sociedad civil de Kenia están trabajando con ahínco para que el EPA sea un tema central en las elecciones nacionales de Kenia que tendrán lugar más adelante este mismo mes.

Según Ezekiel Mparale de la ONG Iniciativas para el Desarrollo Comunitario y de la Empresa (Initiatives for Community and Enterprise Development), “Una de las cosas que estamos haciendo es asegurarnos que el Dr. Mukhisa Kituyi (el actual ministro de industria y comercio) no sea reelecto. Consideramos que ha traicionado a los keniatas”.

* Aileen Kwa es consultora independiente en políticas de comercio. Sus principales actividades incluyen la investigación, los ensayos y la enseñanza en materia de comercio y políticas económicas de alternativa. Es co-autora de “Behind the Scenes at the WTO‘, y autora de ‘Rethinking the Trading System‘. Actualmente está de licencia en Focus on the Global South. Este artículo fue publicado primero por Inter Press Service, IPS