15 DE SETIEMBRE, Manila – Miembros de la Coalición Stop the New Round! (SNR), una agrupación amplia de movimientos sociales, sindicatos, partidos políticos y o­nGs celebró triunfalmente la noticia del fracaso de las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio en el día de hoy en México.

Durante una conferencia de prensa organizada apresuradamente, la SNR realizó una llamada telefónica de larga distancia al Dr. Walden Bello, Director Ejecutivo de la o­nG Focus o­n the Global South e integrante del contingente de la SNR presente en Cancún, sobre los últimos sucesos en México.


El Dr. Bello transmitió cómo las negociaciones se desmoronaron bajo el peso de la solidaridad sin precedentes de los países en desarrollo que se opusieron a la continuación de la liberalización de la agricultura sin ningún compromiso de parte de los países desarrollados de reducir los subsidios masivos, que hacen imposible para los pequeños agricultores competir en el mercado.


Bello relató que los negociadores de los países en desarrollo se opusieron con firmeza a los llamados “temas de Singapur” o nuevas áreas de negociación como inversiones, política de competencia, contratación pública y facilitación del comercio.


Los ministros de los países en desarrollo se retiraron de las negociaciones consternados por la arrogancia de los países desarrollados que insistieron en imponer estos nuevos temas de negociación. Esto obligó a los funcionarios de la OMC a declarar formalmente que las negociaciones habían fracasado.


“Fue muy inesperado que esto se produjera tan temprano”, afirmó Bello. Es la segunda vez que las negociaciones de la OMC quedan en punto muerto. La primera vez fue en Seattle en 1999.


Derrota oficial
Los miembros de la SNR, que han estado realizando campaña por este tema desde febrero de este año, se turnaron para expresar su satisfacción por el resultado de esta campaña de seis meses.


“Ahora es oficial que las negociaciones de Cancún fracasaron”, declaró Mario Aguja, diputado del partido Akbayan! Citizens Party y miembro de la SNR. “Es una victoria de nuestros pueblos”.

Aguja también contó que recibió numerosos mensajes de agricultores y activistas en las provincias expresando su euforia ante el resultado de las negociaciones.


Pero el júbilo se vio atenuado por la conciencia de que este tipo de victoria -si bien es histórica-, puede ser de corto aliento. El representante comercial de EE.UU. Robert Zoellick y el Ministro de Comercio de la UE, Pascal Lamy ya han amenazado con recurrir a acuerdos de libre comercio bilaterales más o­nerosos si no pueden imponer su voluntad a través de la OMC.

“El escenario más probable ahora es que las grandes potencias comerciales intimiden a los gobiernos de los países en desarrollo y fuercen su entrada en esos mercados nacionales a través de acuerdos bilaterales de libre comercio”, dijo Leody de Guzman de la organización Bukluran ng Manggagawang Pilipino (BMP).

Al mismo tiempo que celebran la victoria de haber detenido una nueva ronda de la liberalización, los miembros de la SNR afirmaron que la pelea no acaba aquí.

“La liberalización en Filipinas seguirá atacando los intereses de los pescadores”, afirmó Pablo Rosales de Kilusang Mangingisda (Movimiento de los Pescadores). “Estaríamos más contentos si lográramos detener la liberalización de la agricultura filipina. Y mucho más contentos si la Organización Mundial del Comercio como institución se derrumbara completamente”.


Riza Bernabe, integrante del Philippine Peasant Institute (PPI) y la SNR reconoció la coherencia del gobierno al mantenerse firme junto al grupo de países en desarrollo a pesar de las presiones de EE.UU. y la UE. “La ruptura de las negociaciones”, afirmó Bernabé, “muestra que aumenta la crisis de la OMC debido al conflicto de objetivos que existe entre los países desarrollados y los países en desarrollo”.


Y agregó “Felicitamos a nuestro gobierno por escuchar en cierta forma las preocupaciones de nuestros pequeños agricultores. Pero exhortamos al gobierno a mantenerse en su postura y a no permitir acuerdos bilaterales”.


Wilson Fortaleza también elogió al gobierno pero criticó a aquellos funcionarios que llevaron a Filipinas al redil de la OMC en primer lugar. “El Secretario de Comercio Mar Roxas tiene razón al afirmar que es preferible no lograr ningún acuerdo a lograr un acuerdo malo”, señaló Fortaleza.


“Pero estamos en este acuerdo malo desde que nos integramos a la OMC. Desde ese momento hemos afirmado que la OMC no es una institución democrática sino que está dominada y controlada por EE.UU., la Unión Europea, Canadá y Japón”, argumentó Fortaleza. “No se rige por reglas para los pueblos sino para los gobiernos”.

Quo vadis
La coalición SNR, una coalición ad hoc que se formó sólo con la perspectiva de Cancún, dejó de existir oficialmente después de la reunión ministerial. “Ahora la cuestión es ¿qué hacer después de Cancún?”, concluyó Joseph Purugganan, coordinador de la SNR “¿Cómo enfrentamos las nuevas amenazas que continuamente plantea la OMC?”

“El camino de vuelta desde Cancún será todavía más desafiante”, admite la coalición en una declaración oficial. “El gobierno debe lograr traducir su nuevo discurso sobre políticas de comercio en políticas concretas a nivel nacional. Los sectores mantendrán su campaña por cambios en las políticas agrícolas, de pesca, industria y servicios”.

Mientras tanto, ante el triunfal colapso de Cancún, la coalición SNR señaló que celebrará su éxito en una lucha difícil y por momentos casi imposible. “Durante un momento muy breve haremos una pausa para declarar la victoria de los pueblos en Cancún”, afirmó la coalición.